Maite Rodríguez Iglesias

PLAZA MAYOR

Maite Rodríguez Iglesias

Periodista


A vueltas con el ‘Palacio’

06/09/2024

Las fiestas patronales de Valladolid son casi el último coletazo estival, con diez días extras de diversión antes de encarar otra vez la rutina laboral y acostumbrarse al abrigo y la bufanda. Este año, llegan muy adelantadas en el calendario y quizás eso ha ayudado a que entre las noticias se cuele algún que otro titular, que normalmente se puede calificar de serpiente de verano.

Al menos a eso me suena que se vuelva a hablar del futuro palacio de congresos. Un proyecto que hace más de dos décadas abandero León de la Riva. La idea empezó a labrarse en pleno boom inmobiliario y llegó a presupuestarse en más de 70  millones. En aquel momento se apuntaba como imprescindible para el desarrollo de la ciudad y, además, todas las capitales de la región iban poco a poco levantando el suyo. Entre medias, en la ciudad se construyó el Centro Cultural Miguel Delibes, que ha suplido muchas veces esta carencia aunque se ha demostrado limitado para albergar grandes eventos.

Esta ilusión de tener un palacio de congresos ha ido rodando de mandato en mandato. Cada alcalde ha tenido su proyecto y se han propuesto distintas ubicaciones. Por ejemplo, la última propuesta de León de la Riva, en 2011, planteaba un complejo arquitectónico emblemático en el recinto ferial. Una localización que descartó inicialmente su sucesor, Óscar Puente, que la calificó  «de segunda división» porque él entendía que debía ser en un solar junto a Caballería, una ubicación que le permitiría ser «un motor para la economía de Valladolid». Aunque en su segundo mandato, con las secuelas de la crisis inmobiliaria todavía muy presentes en la cabeza de todos, aceptó esa localización, pero para un proyecto más modesto y polivalente.

Y ahora, en la inauguración de la Feria, el alcalde, Jesús Julio Carnero, ha vuelto a reconocer que se trabaja «internamente» para poner en marcha esta infraestructura. En su programa comprometió remodelar el pabellón 4 del recinto ferial, configurándolo como un gran espacio polivalente, con gradas retráctiles, con capacidad para acoger actos de hasta 3.000 personas sentadas y 8.000 de pie. Una idea muy parecida a la que ya se visualizó en la Gala de los Goya en febrero de este año. Un evento que debería haber permitido adquirir esas gradas, y no simplemente dedicar tres millones en su alquiler. Una inversión efímera que se debería haber rentabilizado mucho más porque se demostró suficiente para las necesidades de la ciudad.