El portal de información de tráfico del Ayuntamiento informaba esta semana que hay más de una veintena de calles cerradas o con carriles inutilizados por obras. Ypocas me parecen para los problemas que generan estos días en el tráfico. No es quejarse por quejarse, porque como decía el exalcalde Francisco Javier León de la Riva, «para hacer una tortilla hacer que romper los huevos», pero es imposible no cuestionar mínimamente la planificación temporal de las mismas. Muchas afectan a vías principales y de ahí los inconvenientes.

Algunas sorprenden, como es la actuación en la red de abastecimiento en la calle Gondomar, porque en ese mismo tramo ya se había actuado este verano. Un desconcierto y unas molestias que se daban por amortizadas porque en abril el Ayuntamiento había presentado Plan Reconstruye 2024. Su objetivo principal era facilitar un programa anual con todas las obras en las calles y espacios públicos, «avisando con suficiente antelación» al comercio y hostelería de la zona afectada, para que puedan planificar su campaña de compras y alterar sus ventas lo menor posible. Las intenciones se puede decir que eran buenas, pero la realidad termina imponiéndose y certifica lo complejo de la tarea. Aunque eso no resta responsabilidad en la gestión de estos trabajos y la planificación de itinerarios alternativos para evitar que desplazarse por la ciudad sea como transitar por el campo de minas, evitando su detonación.

Eso sí, llegados a este extremo también se puede poner en marcha otro programa. En este caso, la propuesta tendría un cariz didáctico e incluso de entretenimiento para los aficionados a controlar las obras. El Consistorio podría copiar el 'Abierto por obras' que tiene en marcha desde hace tres décadas el Ayuntamiento de Vitoria en la Catedral de Santa María. Allí se optó, tras el derrumbe de una parte de su estructura, por ofrecer un novedoso sistema de visitas en las que, ataviados con un casco, los visitantes pueden recorrer un templo en obras. Treinta años después se confirma que aquel eslogan ideado para desdramatizar una situación compleja iba a convertirse con el paso de los años en un referente con gran repercusión social. Aquí se podría hacer una ruta por la red de calor en Huerta del Rey, conocer las tripas del túnel de Labradores, las grietas del viaducto de Arco de Ladrillo o las entrañas de la red de saneamiento. Ahí lo dejo.