El pasado 1 de octubre, coincidiendo con el Día Internacional de las Personas Mayores, el alcalde, J.J. Carnero, informó sobre la creación de la Oficina del Voluntariado Social, en el marco del 'Plan Contigo', para apoyar a los vecinos que sufren soledad no deseada. Un acierto.
A propósito de éste, quiero destacar el rigor, profesionalidad y sensibilidad de quien lo lidera e impulsa, el concejal Rodrigo Nieto García, un joven político que está demostrando que debe ser tenido más en cuenta en el futuro del PP de Valladolid.
Sé que he escrito con alguna frecuencia en mis columnas sobre la soledad no deseada, pero seguro que entienden que, cuando uno tiene cierta edad, la memoria le hace ser un poco repetitivo y, si a esto añadimos que uno siente cómo le rodea este tipo de aislamiento social, parece obligado pensar en ello. Es un momento vital en el que, a la inversa de lo habitual, el futuro deja de ser mejor que el pasado. La vida te ha ido secuestrando sine die a familiares, amigos y otros seres queridos y comienzas a ser trasparente para el resto. Las visitas al médico que has tenido abandonado durante tanto tiempo forman parte de la no-agenda social. Espero que me disculpen.
En las distintas etapas de mi trayectoria laboral, siempre me ha inquietado e interesado esta situación que, cada día, con más frecuencia y mayor intensidad, acompaña a la vejez. Si no recuerdo mal, que es probable que sí, en mi primera fase como médico-psiquiatra de hospital general, eran frecuentes los cuadros depresivos en la tercera edad que enmascaraban una situación de soledad indeseada. En aquella época, resultaba difícil enmarcarlos en los manuales de diagnóstico de la época y los antidepresivos de entonces (tricíclicos) no hacían más que complicar la situación.
Años después, cuando a la política todavía la costaba visualizar este problema social, el expresidente Herrera incluyó en su último programa electoral de 2015 el abordaje de esta cuestión, que más tarde sirvió de base para que la Junta de Castilla y León aprobase un plan de acción contra la soledad no deseada y el aislamiento social (2022-2025). Otro acierto.
Hace seis años, la primera moción que presentó desde la oposición el Grupo Municipal Popular fue para solicitar que el Ayuntamiento elaborase un plan para dar respuesta a este serio problema que sufren muchos vecinos. No hubo suerte, el equipo de gobierno entendió que ya estaba trabajando en ello. Esta suele ser una de las excusas más utilizadas por los gobernantes, sean del color político que sean, para despreciar las propuestas de la oposición. Pasaron cuatro años y continuaron trabajando sin concretar nada. Un desacierto.
Cuando estamos consumiendo el primer cuarto del siglo XXI, en Valladolid capital, el 25% de las personas mayores de 65 años, es decir, cerca de 22.000 vecinos, viven en esta situación nada idílica y la tendencia es a empeorar. De forma acertada en una reciente entrevista, Marina Fernández, presidenta del Banco de Voluntariado, lo calificó como «una plaga aún invisible», que requiere de un compromiso de toda la sociedad y todas las administraciones.
Esta realidad de los mayores es el resultado de la profunda crisis demográfica que, desde hace años, sufre España. En la última década, los menores de cuatro años han pasado de representar el 5% del total de la población a tan solo el 3,7%, mientras que el informe de REIAC (Red Española de Identificación de Animales de Compañía) muestra que nuestro país tiene seis mascotas por cada niño de esa edad, no existiendo ninguna Comunidad que mejore esa cifra a favor de los menores. No soy dudoso en la defensa de las mascotas, pero ¿serán estas capaces de pagar impuestos para mantener el Estado de Bienestar? Más pronto que tarde, los partidos incluirán en sus listas municipales, en puesto de salida, a un mayor de 65 años. Aunque hoy a muchos les cueste verlo, también será un acierto.