Apenas mes y medio después de que una nueva empresa se pusiera al frente del Centro Regional Zambrana, dependiente de la Consejería de Familia de la Junta, vuelve a recrudecerse el conflicto por el serial de agresiones a educadores por parte de internos (jóvenes condenados por juzgados de Menores) y las bajas en plantilla no cubiertas que ya empezaron a denunciarse el verano pasado. Desde UGT aseguran que, tras el cambio de gestión del 1 de julio, se han producido otras tres agresiones y las bajas han repuntado a 19 (de las cuales 14 son psicológicas) tras sumarse dos más la semana pasada; que siguen sin cubrirse los ratios mínimos fijados por contrato sobre el número de educadores, extremo que desmienten desde la entidad; y aparte, han interpuesto una denuncia ante el Serla, formalizada la semana pasada, por presuntos impagos de la empresa saliente (Grupo 5) en la liquidación de su contrato de gestión que «no reconoce» la que ha tomado las riendas (Meridianos).
Los conceptos sin abonar serían vacaciones no disfrutadas y licencias denegadas de 2023, así como horas de formación y extras no compensadas del año pasado y del actual, además de nóminas «mal pagadas» por Grupo 5; hasta sumar una deuda que «en el caso de algunos trabajadores ronda los 800 euros». Son «al menos una decena de afectados», prosiguen desde UGT, y reclaman el «reconocimiento y pago o la compensación de todos los derechos anteriores a la subrogación, que deberán ser disfrutados con la nueva empresa o abonados por la saliente, según marca el convenio de Menores y el Estatuto de los Trabajadores». Meridianos, mientras, considera que, si existe tal deuda, la entrante no la puede «verificar»; y «conforme al Estatuto y convenio», en todo caso la deudora sería «la empresa saliente». «Sin perjuicio de lo anterior, si Meridianos tuviera que asumir cualquier compromiso al respecto, analizará el marco legal para hacerlo de la mejor forma posible, pues los trabajadores representan una prioridad, pero siempre desde la asunción de que la entidad deudora es la saliente», matiza.
El Día también planteó la cuestión al Grupo 5: "Estamos tratando el tema con los trabajadores y estamos siguiendo los criterios definidos por el convenio", señalaron fuentes autorizadas de esta empresa que, según UGT, "está desaparecida y no atiende llamadas ni correos electrónicos de los trabajadores y sus representantes". Desde Grupo 5, mientras, replicaban en su respuesta por escrito a este periódico que están "contactando con los trabajadores que han reclamado y analizando las incidencias que ha podido haber en los finiquitos de manera individual y con la coordinación del centro".
Bajas en plantilla y ratios mínimos de educadores
El Zambrana acoge a 54 internos y tiene 12 más que están «fugados», según datos del sindicato facilitados la semana pasada, y debido a las bajas presuntamente no cubiertas y «problemas para encontrar personal que contratar», afirman que la empresa habría incumplido los ratios mínimos de educadores durante diez días de julio y nueve entre el 1 y el 18 de agosto. «En unos casos por debajo de los 43 por jornada (repartidos en tres turnos) que marca el contrato actual, y en otros sin llegar ni a los 36 o 37 (según el día de la semana) del contrato anterior», precisan.
Desde la entidad responsable, en cambio, desmienten «totalmente» tal incumplimiento y sostienen que «incluso en estos primeros meses de servicio» han dotado el centro de personal «por encima de lo requerido en el pliego de prescripciones técnicas». Así, señalan que el Zambrana «dispone actualmente de 78 personas activas en atención directa», que «todas las bajas de personal están cubiertas (las cifran en 16)» y que «además se ha reforzado de forma extraordinaria con un equipo de apoyo permanente de cinco profesionales veteranos de Meridianos». ¿Pero cómo cuadra entonces tanta concreción en los supuestos incumplimientos y también en el desmentido? UGT replica que hay «nuevo personal en el centro que no está asignado realmente a ninguna unidad, donde a veces llega a haber un solo educador con cinco y seis internos, cuando las ratios marcan tres»; y que el 6 de agosto «se solicitó a la empresa el listado de trabajadores actuales, categoría, antigüedad y parcialidad de la jornada, para intentar esclarecer el misterio», sin que hayan recibido respuesta de momento.
Por otro lado, los educadores ya denunciaron el año pasado ante la Inspección de Trabajo el «incumplimiento de los límites de temperatura marcados por ley», al «trabajar incluso con 12 grados en el centro en invierno y 35 en verano», y en este mes y medio afirman se hubo «desmayos por este motivo».«La Inspección derivó el requerimiento a la Junta, pero nadie toma medidas», y entre unas y otras quejas o demandas, el conflicto continúa con la amenaza de «un otoño caliente».