El veterano actor madrileño José Sacristán expuso ayer Medina del Campo la complicada situación en la que se encuentra el cine español, que consideró que «no cuenta con el favor del público», una situación que calificó de «injusta» porque defendió que «no es verdad que las películas españolas no gusten, es que apenas se exhiben» porque «el control y la distribución están prácticamente en manos contrarias» a los intereses de intérpretes y realizadores. «Ser actor en España es como ser torero en Islandia, yo sé que me dedico a algo que a la gente no le interesa», lamentó.
Sacristán realizó estas declaraciones antes de recoger el Roel de Honor de la 56 Semana de Cine medinense en reconocimiento a sus más de 50 años de carrera, un galardón que aseguró que le produce «alegría», pero que para él también supone «cumplir un deber como profesional y persona de la cultura: estar con la gente que lucha por el cine, ama el cine y sabe de cine y que permite que sea protagonista por unos días en la vida de una ciudad».
Al respecto, remarcó que en los festivales pequeños «todo es más próximo y cercano, más de verdad», y que eso está «mucho más cerca» de la idea que tiene sobre su «oficio, por lo que se mostró satisfecho de poder contribuir» en la medida de sus posibilidades a que eventos como éste salgan adelante porque es «donde está la semilla auténtica del amor al cine, el esfuerzo permanente, el sacrificio, el rigor y el criterio».
Con 75 años y más de medio siglo de carrera a sus espaldas, periodo en el que ha participado en más de cien títulos y ha dirigido tres películas, Sacristán aseguró que vive la interpretación con «ilusión» porque, si no, se «quedaría en casa». Al respecto, señaló que tiene «la inmensa suerte desde hace bastante tiempo» de poder «elegir» los trabajos que quiere hacer y que sigue «disfrutando como el primer momento».
«Mi vida desde niño, desde que vi la primera película en mi pueblo (Chinchón), ha tenido que ver con jugar a hacer creer que soy lo que no soy, y cada vez que me pongo sobre un escenario echo mano del niño que fui y a jugar, porque esto no es más que un juego y yo lo que quiero es divertirme», apostilló.
crisis en el cine. El actor comentó que la crisis «se están notando mucho» en su sector, aunque él no se puede quejar porque trabaja de forma regular gracias a que tiene «la fidelidad de unas cuantas personas», y remarcó que «ha puesto en evidencia que la política que se llevaba a cabo no ha dado los frutos» que se esperaban y no ha generado espectadores. «Hemos vuelto a ver crecer los Pirineos, nos creíamos más cerca (de Europa) y la realidad es que la cultura no ha calado en todos los sitios que debía», destacó.
«Ojalá ésto suponga poner la cosas en su sitio», añadió Sacristán, quien calificó de «absolutamente sangrante y miserable» la última subida del IVA para los productos culturales hasta el 21 por ciento y también criticó «otras actitudes insolentes por parte de Cultura». «Esta situación es algo más que una crisis, es la tercera guerra mundial y una revolución a la inversa», añadió el actor.