El fenómeno no es nuevo. Ni mucho menos. Hace ya décadas que se conoce en los países que lo 'exportaron': Estados Unidos y Reino Unido. Y hace al menos 15 años que empezaron a aparecer por primera vez en Valladolid pares de zapatillas o zapatos colgados de algunos cables de los postes de la luz. También en árboles. Se trata de un fenómeno conocido como 'Shoefiti', acrónimo de los términos shoe (zapato) y graffiti, que tiene detrás una serie de códigos y teorías que van desde una simple manifestación artística hasta una forma de señalar en las ciudades los puntos de venta de droga.
Y esta segunda teoría es la que preocupa a los vecinos de Girón, que desde hace pocos años han empezado a notar que este fenómeno se repite con insistencia en algunos puntos del barrio, pese a que siempre que ven los zapatos colgando llaman a la Policía para que los retire.
El sitio más frecuente es la calle Oriental, que va desde la calle de la Vida a la avenida de Los Cerros. «Los estamos viendo cada seis meses», explica el presidente de la asociación de vecinos, Fernando Polanco, que pide una mayor vigilancia por parte de Policía, aunque reconoce que el menudeo no es uno de los problemas más graves que tiene Girón.
Otro punto en el que suelen aparecer zapatos colgados es la calle Monasterio de la Santa Espina, al pie del parque de Las Contiendas, en la zona del cruce con la avenida de Los Recreos, «donde aparcan muchos coches con gente dentro que no sabemos muy bien qué está haciendo», señala. Polanco añade que, cuando los vecinos llaman a la Policía, los agentes actúan con mucha celeridad.
Fuentes policiales consultadas por El Día de Valladolid, relacionadas con el ámbito del tráfico de estupefacientes, aseguran que este método de marcaje de zonas no es habitual en la ciudad, por ser demasiado obvio para los agentes. No obstante, sí que señalan que hace años se utilizaba un sistema alternativo que tenía que ver con el tipo de ropa que se colgaba en los tendederos, un código mucho menos conocido por la gente, pero que también se ha dejado de utilizar. Las mismas fuentes aseguran que en Valladolid también se llegó a utilizar este método para delimitar las zonas de actuación de algunas bandas de origen latino.
Llegada a Valladolid
Fue a finales de la primera década de este siglo cuando en algunas calles de Valladolid empezaron a aparecer zapatos colgados de los cables de la luz. Y puede que por entonces se hiciera más por una moda que por otro código más críptico, porque en esos años se trataba de una práctica que se estaba extendiendo por muchas partes del mundo como una bola de nieve. Cuanto más se hablaba de ello, más zapatos se veían 'volando'. Según cuentan las crónicas de esos años, a mediados de 2008 se podían ver al mismo tiempo estos 'adornos' en la plaza de España, la calle Cánovas del Castillo y la plaza de la Trinidad.
Las teorías sobre el significado de los zapatos colgados también varían en función de los países. En algunos se utiliza para honrar a personas que han sido asesinadas allí, para indicar que hay viviendas okupadas, para destacar el fin de una etapa (graduación o servicio militar) o incluso para recordar un enlace matrimonial, a veces con los propios zapatos de la pareja.