El VRAC Quesos Entrepinares de Valladolid afronta como un reto la final de la Copa del Rey de este próximo sábado en Valencia ante el Recoletas Burgos Caja Rural. En el club piensan que el rival parte como favorito por su gran temporada, y por la consistencia demostrada durante la misma.
Así lo ha advertido en rueda de prensa el entrenador del equipo vallisoletano, Diego Merino, quien ha explicado que Burgos "tiene un buen ataque, aprovecha los contraataques, defiende bien, y está bien dirigido por su medio melé y su zaguero, por lo que es el mejor rival que se podía tener en esta final".
Imagen del último duelo entre el VRAC Quesos Entrepinares y el Recoletas Burgos Caja Rural. - Foto: Alberto Rodrigo
Pero considera, recoge Efe, que este tipo de partidos les viene bien a los suyos "porque es cuando se saca más carácter, intensidad, pasión y control del juego, lo que es muy bueno, y es lo que se debe llevar a Valencia para poder sumar un nuevo título al palmarés del club".
Para este compromiso, cuenta con las dudas de Javi López, De la Lastra y Jerry Surumi, pero ha asegurado que "dos de ellos se incorporarán a la lista de veintitrés jugadores" que viajarán a Valencia para disputar la final.
Es un horario nada habitual en el rugby, que obligará a jugar "con luz artificial" y en un estadio de grandes dimensiones como es el Ciudad de Valencia, "pero la situación será la misma para ambos conjuntos y no habrá problemas para adaptarse a estas novedades", ha señalado Merino.
"El equipo tiene que estar preparado para estas cosas y, en este sentido, apelo a nuestro juego y a nuestro carácter para sacar la máxima intensidad en este encuentro. Quiero ver un equipo que defiende porque eso da tranquilidad, pero sin quitar el foco en el ataque", ha precisado.
Es un ataque que, en opinión de Pablo Miejimolle, talonador del VRAC, ha sido su "asignatura pendiente" en esta campaña, aunque lo han podido "ir solventando" en las citas importantes, lo que les ha permitido no solo alcanzar la final de Copa, sino también seguir en la lucha por el título de liga.
En este sentido, el técnico azulón ha indicado que la final de Copa "puede ser un punto de inflexión porque el que gane saldrá muy fortalecido de cara a la recta final del curso, pero el que pierda se verá obligado a revertir la situación anímica para que no le pase factura en liga".
Asimismo, Merino ha confesado que le gustaba más el antiguo formato de competición doméstica "con partidos a ida y vuelta, porque es más justo para todos y porque así se deja de jugar en campos y eso resta a la competición".
Por su parte, el aún presidente del VRAC, José María Valentín-Gamazo, que cederá el testigo a Jorge Calleja, recién elegido para el cargo, ha apuntado que desde la Asociación de Clubes -que seguirá presidiendo-, "se trabaja para doblar o mezclar ligas, para que siga creciendo el rugby".
"La opción que más peso cobra es la de formar una liga de diez equipos a doble vuelta, otra liga de diez de Primera Nacional y una División de Honor B con el mismo formato que en la actualidad, ya que hay un escalón grande entre la División de Honor y la División de Honor B", ha detallado.
De sus ocho años al frente del VRAC se queda con "los campeonatos de los niños" y, aunque no ha podido terminar de ver algunos proyectos, como la remodelación de Pepe Rojo, está orgulloso de haber contribuido a dejar un club "con una situación económica envidiable y con una capacidad de organización y de trabajo, también envidiable".