Los trabajadores de Bimbo en Valladolid preparan una manifestación que tendrá lugar el próximo sábado para expresar su rechazo al cierre de la fábrica del polígono de San Cristóbal, ya anunciado el pasado 18 de septiembre por la multinacional y actualmente en fase de negociación del ERE, con la segunda reunión celebrada este martes y más de 200 empleos en el aire (unos 160 directos y el resto indirectos). La movilización, ya autorizada por la Subdelegación del Gobierno, partirá a las 11 de la mañana de la plaza de Colón para continuar por la Acera de Recoletos, plaza de Zorrilla, Miguel Íscar, plaza de España y plaza de Madrid. Asimismo, sobre las 12.30 horas, celebrarán una asamblea en la que los empleados valorarán la posibilidad de convocar también huelga.
En cuanto a la reunión de este martes, que se prolongó durante más de cuatro horas (de 12.00 a 18.00, pero con un descanso de 14.15 a 15.45), los representantes de la empresa se ratificaron en su intención de cerrar la planta vallisoletana (en principio el 31 de diciembre) para concentrar su producción en otras del país. "No ha habido ningún tipo de acercamiento", lamentaba el presidente del comité, Félix Fernández (CCOO), en declaraciones a El Día minutos después de levantarse de la mesa.
Los representantes sindicales también reprocharon a la empresa que siga adelante con la idea del cierre a pesar del ofrecimiento de las instituciones y la Fundación Anclaje (dependiente de la Junta) para buscar juntos alguna alternativa industrial de continuidad, y mostraron sus discrepancias con los datos aportados por Bimbo en la memoria explicativa que les entregó durante la primera reunión, la del miércoles pasado, para tratar de sustentar el cierre en causas organizativas y de producción. El comité rebatió el informe y defendió en ese sentido la viabilidad de la fábrica vallisoletana exponiendo razones objetivas como el hecho de que sus trabajadores cobren menos que los de otras plantas del grupo en España: "Pero ellos insisten en que no valoran sólo los costes laborales de aquí por considerar que estos los compensarán optimizando líneas de producción de otras fábricas", reseñó el presidente del comité.
En cuanto a lo que pudiera negociar la empresa con la Fundación Anclaje, "han manifestado que la mesa de negociación es soberana para negociar el ERE, y que lo que venga de fuera tiene que ser tratado en esta mesa", añadió Fernández.
Además, los representantes sindicales acusaron a la empresa de haber desviado producción a otras plantas para tratar de justificar en su memoria explicativa una bajada de actividad en la fábrica vallisoletana, una cuestión que también han denunciado ante el Servicio Regional de Relaciones Laborales (Serla), que les ha convocado por ello para este miércoles, día en que también se celebrará otra reunión por el ERE. Será la tercera, sin que se haya entrado a analizar todavía la cuestión de las indemnizaciones ni posibles recolocaciones, aunque tiempo habrá para ello porque la fase de consultas arrancó el 25 de septiembre con un plazo inicial de 30 días naturales.