Escuchar a los que saben

Óscar Fraile
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La asociación Secot, integrada por veteranos trabajadores y jubilados, cumple 20 años al servicio de los emprendedores

El presidente de la Cámara, José Rolando Álvarez (i), y el alcalde, Francisco Javier León de la Riva (2d), acudieron al acto. - Foto: J. Tajes

Como si de una peña juvenil se tratara, se hacen llamar los Seniors, y forman parte del Voluntariado de Asesoramiento Empresarial (Secot), una asociación sin ánimo de lucro que pone toda la experiencia de sus 43 miembros en Valladolid al servicio de los nuevos emprendedores. Ayer celebraron en la Cámara de Comercio su 20 aniversario y lo hicieron con la presencia del alcalde, Francisco Javier León de la Riva; y el presidente de la Cámara de Comercio, José Rolando Álvarez, dos personas que, en palabras del presidente de Secot Valladolid, Tomás Fernández, siempre se han volcado con la labor de esta asociación.


Sus integrantes no son precisamente adolescentes, pero, como si lo fueran, a juzgar por el entusiasmo y la pasión que le ponen. «Me levanto con ganas de ayudar y por la noche me acuesto con el orgullo de haberlo hecho», reconoce el propio Fernández.


Como quiera que Secot está integrada por profesionales de la empresa muy cualificados, ya sea al final de su vida profesional, prejubilados o ya jubilados, el valor de su actividad emana de la transmisión de conocimientos de unas generaciones a otras. «Los voluntarios ofrecen sus conocimientos en gestión empresarial a quienes lo necesiten para facilitar que se mantengan y se creen puestos de trabajo», señalan desde Secot.


Esta asociación se creó en 1989, pero no fue hasta el 16 de diciembre de 1992 cuando Francisco Martínez Angulo fundó la delegación vallisoletana. Estuvo al frente de ella hasta el año 2000. Este extrabajador de Michelin dio paso a  Isabel Martínez, Alberto Martínez y Tomás Fernández, que es presidente desde 2004. El propio León de la Riva destacó ayer la labor de Secot en Valladolid y criticó una tendencia social que se basa en «dejar de utilizar el saber hacer de los mayores para repetir errores que se podían evitar». Según él, «la sabiduría es esencial y las personas con conocimientos son fundamentales para la comunidad».


Tampoco escatimó en elogios el presidente de la Cámara de Comercio, José Rolando Álvarez, quien opinó que «cuando una sociedad prescinde de la experiencia de sus mayores, pierde los valores de su historia». A los jóvenes les animó a reaccionar y a «levantarse para poner en marcha su sueño empresarial». Álvarez aseguró que en dos décadas Secot ha ayudado a 1.600 empresas.