La violencia de género se cobra cinco vidas en dos años

A.G.M.
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Valladolid encadena cuatro casos desde que en febrero de 2021 un hombre asfixiara a su novia en una pensión del centro. Cuatro meses más tarde llegaba el asesinato de África y en agosto de 2022, el de Eva en La Rondilla. Ahora, Paloma e India

Crimen machista en el paseo de Zorrilla. - Foto: Ical

La violencia de género se ha llevado por delante las vidas de 15 mujeres en los últimos 20 años en Valladolid. Las cinco últimas, en apenas 24 meses, el tiempo transcurrido entre el homicidio de Priscila en una céntrica pensión de la ciudad en febrero de 2021 y el doble crimen registrado este lunes 23 de enero en un piso del paseo de Zorrilla en el que un hombre mató a su novia de 45 años y a la hija de esta, de solo 8.

La muerte de Paloma e India cierran por ahora una triste lista que se inició en 2003 con Teresa, una septuagenaria a la que Roberto, su marido y maltratador habitual, mató de la enésima paliza en un pequeño piso de la barriada de Las Viudas. Fue el 31 de julio de 2003, cuatro meses después del nacimiento de VioGén como herramienta para el seguimiento integral de estos casos y justo el mismo día en que el BOE publicaba la ley que regulaba «las órdenes de protección para las víctimas de la violencia doméstica».

Porque hace veinte años lo de Roberto todavía era violencia doméstica. Como lo fue lo de José Andrés cuando degolló en plena autovía A-62, a su mujer, sin ni tan siquiera soltar el volante en su viaje de regreso a Salamanca; los celos por una llamada telefónica desembocaron en el asesinato. 

Benita, la primera 'oficial' de violencia de género

La ley integral contra la violencia de género entraba en vigor en diciembre de 2004, con lo que el primera víctima 'oficial' de Valladolid fue Benita del Valle en marzo de 2006. Su marido la mató en su casa de Pajarillos, la descuartizó y arrojó los restos al río. Eugenio aguantó el tipo durante un par de meses hasta que el calor del agua fue sacando a la superficie brazos, piernas, torso y cabeza de Benita. Se derrumbó, se entregó y en el juicio confesó que no soportaba la idea de que le dejara por otro, que el día del crimen discutieron y la asfixió, y que la descuartizó para «proteger» a sus hijos.

El goteo de casos de violencia de género se acentuó durante los dos años siguientes. En octubre de 2007, en un piso de Pedrajas, Jesús atacaba con un palo a su mujer al descubrir que quería divorciarse y la remataba de una cuchillada. En febrero de 2008, era Francisco el que disparaba a su ex desde una ventana de un piso en Huerta del Rey. Y en septiembre de 2008, dos en dos semanas: en un piso de Parquesol David mataba de un golpe en la cabeza a su novia Eki María, a la que luego metería en una maleta para ocultar el cuerpo; y el rumano Ion acuchillaba a su ex en la fábrica de Pedrajas en la que ambos trabajaban.

En la siguiente década, solo se dieron tres crímenes más: en abril de 2010, un hombre de 59 años acuchillaba a su pareja en un piso de Parquesol y luego se suicidaba; en marzo de 2014, una joven medinense fallecía en el acto después de que su ex la disparase a quemarropa en la cabeza en plena calle; y en diciembre de 2014, era un el marroquí Omar O. quien mataba a cuchilladas a su ex y un amigo común tras descubrirles juntos en la cama en un piso de la calle Oración (barrio de La Rondilla).

Desde entonces, no hubo ningún caso en más de seis años para, en los últimos 24 meses, acumularse cuatro, con cinco víctimas 'oficiales' y siete 'reales'. En febrero de 2021, Priscila era asfixiada con una almohada en una pensión del centro y el que era su novio abandonaba allí el cuerpo y huía. Ese mismo año, el 21 de junio, era África la que moría acuchillada en el domicilio familiar de la urbanización Santa Ana, a manos de su marido y en presencia de sus hijas. El tercero ocurría el 13 de agosto de 2022 y dejaba tres víctimas, aunque solo una para la estadística oficial de la lucha contra la violencia de género, la de Eva María, que fue acuchillada también por su marido en un piso de La Rondilla; el hombre, un ciudadano marroquí con numerosos antecedentes, mató antes a un amigo de su esposa y, después, a su suegra.

El cuarto caso de estos dos últimos años es el de Paloma e india, madre e hija, acuchilladas por el novio de esta vallisoletana de 45 años. 

Primer caso de violencia vicaria

Además, la muerte de India, de solo ocho años, se convierte en la primera víctima oficial de violencia vicaria en Valladolid (y Castilla y León) desde que el Ministerio del Interior registra este tipo de crímenes, hace ahora diez años.

Un poco antes de que se iniciara ese recuento, en diciembre de 2010, se producía en un domicilio del barrio de Parquesol el homicidio de dos niños, de 9 y 11 años, a manos de su madre, quien asfixió a sus hijos después de haberles sedado través de una severa ingesta de medicamentos. La mujer mantenía una mala relación con el padre de los menores desde su separación y decidió acabar con la vida de ambos, supuestamente, para causar dolor al progenitor. Año y medio después, antes de la celebración del juicio, la madre decidió suicidarse en el Centro Penitenciario de Valladolid.