Tres de los manifestantes que sufrieron lesiones el domingo, a las puertas del restaurante La Parrilla de San Lorenzo, donde pretendían increpar a militantes del PP que comían en el interior, aseguraron ayer que no provocaron a la Policía y que la actuación fue «desproporcionada». Dos de ellos fueron trasladados a la Comisaría de Las Delicias, done prestaron declaración y puestos en libertad poco después.
Los tres coincidieron en negar que provocaran o agredieran a agentes y ven «desmesurada» la carga policial. Juan Hernández, de 61 años, que señaló haber pisado «una comisaría y un calabozo por primera en su vida». «En la época franquista antes de cargar la policía avisaba, y aquí, sin mediar palabra, se liaron a golpes con nosotros».
Por su parte, Jaime Garayo, de 31 años y también detenido y puesto en libertad, compareció ayer ante los medios de comunicación con un collarín y un dedo entablillado. «Corroboro las agresiones de otros compañeros. Vamos a hacer una asamblea con los afectados para comentar lo ocurrido y dar respuesta a esta agresión policial desmedida tras una reunión pacífica, y sin violentar a nadie”, concretó.
Finalmente, Fátima García, también agredida en la carga policial, dijo haber sufrido hematomas como consecuencia de un porrazo en el pecho. «Somos gente que actúa siempre desde el pacifismo y los agresivos son ellos, con las palabras y los palos», sentenció.