El consejero de Sanidad, Antonio María Sáez Aguado, informó ayer de que la manifestante, que sufrió un ictus hemorrágico, tras participar el domingo la protesta por el centro, que terminó con la intervneción policial y ocho heridos, tres de ellos policías, no presenta «lesiones externas». Además, negó que haya habido «presiones» a los trabajadores del Hospital Clínico Universitario que la atendieron.
En ese sentido, Sáez Aguado desvinculó la situación sanitaria de la mujer del incidente registrado al finalizar una protesta contra la política del Partido Popular, que durante el fin de semana pasado celebró su Convención Nacional en Valladolid. El consejero subrayó que ha sido atendida de un ictus, que los profesionales sanitarios relacionan con factores de riesgo como la hipertensión o cardiopatías, entros otros. Además, añadió que su pronóstico es «reservado».
Asimismo, Aguado aseguró que es «intolerable» las acusaciones de colectivos, como el 15M, sobre que se están produciendo «presiones» a los profesionales sanitarios para que desvinculen el ictus de la carga policial. Sáez Aguado explicó que los facultativos tienen la obligación de tramitar y enviar a los órganos judiciales un parte de lesiones siempre y cuando detecten que ha habido una agresión a cualquier persona.