La Fundación Franz Weber (FFW) ha denunciado este domingo un suceso "de extrema gravedad": un menor de muy corta edad estuvo a muy poco de sufrir la cogida de uno de los toros empleados durante los encierros en el término de Arrabal de Portillo.
Este núcleo de la provincia vallisoletana evidencia "el claro descontrol en materia de seguridad que rodea a los actos taurinos en la vía pública". La familia, "que pudo sufrir una enorme tragedia", se encontraba detrás del quitamiedos justo a la entrada de una de las localidades de este municipio cuando el animal se acercó.
"La excusa de que el bóvido se escapó del "recorrido" es para FFW un insulto a la inteligencia que demuestra errores en la planificación y en la elaboración de contingencias en materia de riesgos: si un animal sale del espacio señalado no existe protocolo de urgencia que impida cogidas a todo tipo de personas, incluidas las ajenas a la propia convocatoria", señala la Fundación en una nota de prensa.
Un video en redes sociales
A través de conocidas redes sociales se ha publicado un vídeo que muestra el contexto que denuncian los naturalistas. Tampoco los adultos presentes en la escena son capaces de reaccionar, lo que podría evidenciar un contexto sobrevenido para el cual ni siquiera están preparados.
Fallas en la Ley de Infancia
Los naturalistas van más allá explicando que en Castilla y León la Ley 14/2002, de 25 de julio, de promoción, atención y protección a la infancia incluye un artículo muy específico sobre la presencia de menores en actividades lesivas para su integridad física o moral. El artículo 30, apartado a) resalta la prohibición de acceso:
"Aquellos en los que tengan lugar actividades o espectáculos violentos, pornográficos o de contenido perjudicial para el correcto desarrollo de su personalidad."
Con todos estos antecedentes la ONG internacional, con estatus consultivo ante el Comité de los Derechos del Niño (CDN) de Naciones Unidas, exige explicaciones al ejecutivo autonómico, responsabilidades que también se podrían hacer extensibles a los adultos que trasladaron al menor a esa situación de riesgo.