Simancas es una encantadora localidad rica en patrimonio, historia y naturaleza. A tan solo diez kilómetros de la capital vallisoletana, diez minutos en coche, guarda el encanto de lo rural con los beneficios de vivir cerca de la ciudad. Con una rica historia que se remonta a tiempos medievales, este municipio ofrece una combinación única de patrimonio cultural, entorno natural privilegiado y calidad de vida, lo que la convierte en un lugar atractivo para residir.
Con más de 5.000 habitantes, cuenta con todas las infraestructuras necesarias. La línea 5 del bus urbano y una línea regional la conectan con la capital, aunque no es necesario salir de la localidad porque dispone de centro de salud, cuatro centros educativos, instalaciones culturales y deportivas, y una piscina municipal.
Su gente es conocida por su hospitalidad y espíritu participativo. A lo largo del año, se celebran diversas festividades y eventos culturales que fortalecen los lazos entre los vecinos y preservan las tradiciones locales. Estas celebraciones ofrecen oportunidades para integrarse en la vida comunitaria y disfrutar de la cultura local. Entre estos eventos figura junto a la Semana Cultural, las fiestas patronales la Virgen del Arrabal, que se celebran del 6 al 11 de septiembre.
Las riberas de los ríos y los pinares, otros espacios para disfrutar en la villa. El día 6 de agosto se conmemora la Fiesta del Salvador, en la que tiene lugar el tradicional Requerimiento de las Siete Doncellas, en recuerdo de la famosa leyenda de las 'sietemancas', que cuenta que en tiempos de Ramiro I, allá por el siglo IX, el emir Abderramán II se hacía regalar cien doncellas cristianas, de las cuales siete debían de salir de esta población. El ciclo se cierra a mediados de junio con la representación de la Jura del Rey Ramiro I. Los propios habitantes de hacen de actores en esta representación. Se celebra desde 1994 y conmemora el juramento del Rey Ramiro I en el que prometía al pueblo de Simancas no utilizar jóvenes de la villa como moneda de cambio, ante las exigencias de los árabes de Córdoba.
Villa de la Música
Dentro de los numerosos atractivos también está su creciente oferta cultural, sobre todo, la musical. Destaca la programación de Atardeceres en el Archivo, consolidado ya en el circuito de turismo. Ha logrado atraer a artistas de renombre internacional y colocar en el mapa nacional de la escena musical a Simancas. Este año, el 21 de junio, de la mano de 'Negrita Music Festival', el municipio acogerá los conciertos de Omar Courtz y Yan Block, entre otros. Además, esta iniciativa incluye una variada programación en la que tienen cabida otros espectáculos, como conciertos, festivales y recreaciones históricas, durante la última semana de junio o a principios de julio. La mayoría se celebra en el histórico marco de la fachada principal del Archivo General de Simancas, lo que ayuda a potenciar a la villa no solo como un destino preferente de turismo cultural, sino como un incipiente y prometedor destino de turismo musical bajo el sello 'Villa de la Música'.
El municipio alberga también en agosto la Semana Cultural que incluye multitud de actividades para todos los públicos, tanto en los diferentes espacios escénicos de la villa, como en otros menos habituales que el buen tiempo de estas fechas permite disfrutar desde una óptica artística. Con una destacada presencia de la música, se incluyen actividades y talleres en torno a la literatura, poesía, pintura, arquitectura, teatro y artes de calle, principalmente. Otro de los eventos culturales es el ciclo 'Simancas en Noviembre es Puro Teatro'. De reciente creación, aunque ya consolidado en el espacio teatral vallisoletano, está muy centrado en el teatro infantil y familiar, con especial inspiración en la música y las nuevas tecnologías.
Entorno natural
La tranquilidad y el contacto con la naturaleza contribuyen a una alta calidad de vida, lejos del bullicio de las grandes ciudades. Por su término municipal transcurren los ríos Pisuerga y Duero, hasta su confluencia en la zona denominada Pesqueruela y, además, cuenta con una lengua de seis kilómetros del páramo de los Torozos.
También desde esta zona se puede comprobar la amplia extensión de pinares. Para los amantes de los senderos, el municipio es paso de la senda del Duero (GR-14). Junto al senderismo, esta villa facilita la práctica de otros deportes, como el ciclismo, el pádel, la equitación y el golf, entre otros.
Más allá de su historia y tradiciones, vivir en Simancas significa disfrutar de un equilibrio perfecto entre patrimonio, naturaleza y calidad de vida. Con su combinación de encanto rural y proximidad a los servicios urbanos, esta villa se presenta como una opción ideal para quienes buscan un entorno acogedor donde la tradición y la modernidad conviven en armonía.