Menos ruido y un ambiente más tranquilo en el Día sin Coche

D. Núñez
-

El centro está cortado a vehículos privados, salvo excepciones, y hay quien lo celebra, como los repartidores al haber menos tráfico, y quien no saca mucho beneficio de la medida, como comerciantes o taxistas

Día sin coche. - Foto: Jonathan Tajes

GALERÍA

Día sin Coche

Tranquilidad en el centro de la ciudad. El Día sin Coche se nota en las calles al haber una reducción de vehículos de forma notable. Si un ciudadano quisiera, podría cruzar sin estar en un paso de peatones porque el porcentaje de coches que entran hoy en esta parte de la ciudad es muy reducido. Se ve a las claras que no viene ningún vehículo desde lejos. Los controles de la Policía Local son notables, por ejemplo, en el puente de Poniente. Solo entran los coches eléctricos, los taxis, los autobuses y las furgonetas de reparto. También se deja pasar a los vecinos que tienen su aparcamiento en las calles centrales. A los agentes que están en este puesto les toca informar a muchos conductores de que no pueden entrar y les aconsejan dónde pueden dejar su vehículo o qué ruta coger para llegar al punto que desean.

El Día sin Coche también deja menos ruido en el centro. No hay pitidos ni frenazos ni el ruido de motores encendidos o acelerando cuando se pone el semáforo en verde. Y lo celebra Iván, un vecino de la ciudad. "Es divino. Debería ser así todos los días", remarca. Asegura que le encanta que haya menos congestión de tráfico, menos ruido y poder caminar con más tranquilidad por el centro. Le toca ir caminando a hacer sus compras, pero asegura: "El caminar no mató a nadie. Se hace más ejercicio. La calidad del aire es mucho mejor". Le gustaría, de hecho, que Valladolid fuera lo más peatonal posible, aunque comprende a los vecinos que quieren usar sus vehículos en todos lados.

Menos tráfico en el centro, pero atascos en otras zonas

A Lucas también le viene bien este Día sin Coches. Es repartidor y asegura que ha sido mucho más fácil aparcar su furgoneta que otros días. También subraya cómo se ha notado la reducción del tráfico en el centro de la ciudad y se circula con más tranquilidad. "Para el reparto es muy cómodo. Aunque hay más controles", señala. Asimismo, cree que para la ciudad está bien este tipo de días.

Quien no lo nota, ni para bien ni para mal, son los taxistas. Ángel Luis asegura que es un día como otro para ellos. No creen que tengan más llamadas que un día cualquiera y lo único es que hay más atascos a algunas horas puntuales por los cortes de tráfico en el centro.

En la parada que hay en la plaza de Poniente estaban todos los vehículos a las 11.00 esperando llamadas de los clientes. El hecho de limitar el uso del coche privado por un día no prevén que se note en una mayor demanda de sus servicios. No obstante, se aplica la tarifa básica en todo el centro gracias a la colaboración entre los taxistas y el Ayuntamiento para este día.

El bus es gratis

Y aunque al entrar en el autobús hay que picar con la tarjeta, no se cobra el viaje. Es gratis usar este transporte público hoy y muchos pasajeros lo conocían. Tamara sabía que era el Día sin Coche y optó por moverse en bus esta mañana. "Normalmente voy en coche, pero como se restringía el acceso al centro con el vehículo privado y necesitaba bajar al centro, pues he cogido el autobús", afirma.

Esta vallisoletana apunta que "un solo día al año, no hace daño", pero tampoco cree que se vaya a notar una mayor concienciación. En su casa sí que hay familiares que optan por moverse en bus en sus traslados diarios, pero en su caso tiene que coger el coche.

Además, El Día de Valladolid estaba a disposición de los viajeros de autobuses de la ciudad, pero los conductores aseguran que a primera hora de la mañana ya habían desaparecido todos los ejemplares que se habían dejado en los asientos.

Menos compras

Pero no a todos les viene bien que se restrinja el uso de los vehículos en el centro. Es el caso de Gonzalo, que asegura que siempre afecta de forma negativa. Aunque indica que como solo es un día de prohibiciones, pues no se nota tanto. No está en desacuerdo con este tipo de medidas.

Sin embargo, Gonzalo teme que el día que se apruebe la normativa de zona baja de emisiones. Afirma que la gente está acostumbrada a coger el coche para ir al centro y esta norma será disuasoria para muchas personas, que optarán por ir directamente a los centros comerciales o comprar online. Espera que cuando llegue ese momento, el transporte público se facilite mucho, pero lo ve complicado. No cree que alguien que viva en un pueblo vaya a venir de compras al centro de Valladolid para dejar el coche en un parking disuasorio y luego coger un autobús para llegar hasta este punto de la ciudad.