El mayor frigorífico de alimentos está en la España vaciada

Redacción
-

Diez silos y cámaras albergan en Ólvega, a 28 grados bajo cero, 90.000 toneladas de ultracongelados listas para distribuir por España en camiones con seguimiento en tiempo real. Así es Molinero Logística, una empresa de mercancías que cumple 80 años

En las faldas de la sierra del Moncayo hay unas gigantescas cámaras frigoríficas custodiadas por un San Cristóbal, el patrón de los transportistas. Dentro se almacenan toneladas de alimentos congelados, entre ellos ha habido más de 6.000 palés cargados de roscones de Reyes. Llegaron aquí desde la localidad de Utiel unas semanas antes de que la DANA destrozase parte del municipio valenciano. "Son 2 millones de roscones preparados para enviar a todo el norte español. Menos mal que estos almacenajes se hacen con tiempo, de lo contrario muchas personas se habrían quedado sin sorpresa".

Javier Jiménez Omeñaca (58 años) es el CEO de Molinero Logística –sus camiones frigoríficos están por todas las carreteras de la península ibérica–. El ejemplo de los roscones lo utiliza para explicar la importancia que tiene la logística integral en la industria y los procesos productivos. Sus instalaciones ubicadas en el Polígono Emiliano Revilla situado a las afueras de Ólvega, pueblo soriano que tiene cerca de 4.000 habitantes, pueden guardar 90.000 toneladas de alimentos congelados. 

El mayor frigorífico de alimentos está en la España vaciadaEl mayor frigorífico de alimentos está en la España vaciada

En dichas instalaciones operan más de 500 camiones que están en movimiento realizando simultáneamente operaciones de carga y descarga en sus muelles, para hacer llegar las mercancías almacenadas a las distintas cadenas de distribución de toda España y a las grandes superficies. Idas y venidas por carretera. "Un detalle, cada día salen de Molinero más de cien camiones de productos ultracongelados (pan y bollería congelada, vegetales congelados, helados, etc) , siendo el mayor volumen vegetales de prácticamente todas las marcas del mercado", confiesa Jiménez, un mal estudiante que estuvo en un internado en Sigüenza y que dejó el instituto para ayudar a la familia. Una historia de éxito que siempre ha tenido a Ólvega como protagonista. Hoy, Molinero Logística –con 900 empleados– factura más de 115 millones de euros al año.

Para entender lo que ocurrió en esta localidad soriana hay que retroceder casi ochenta años. Tras la Guerra Civil, el padre de Javier, Eugenio Jiménez Cabello, transportaba harina, aceite y otros productos en galeras tiradas por caballerías. Había nacido en un molino harinero familiar, una pequeña revolución industrial para la España de principios del siglo XX. El padre de Eugenio abrió una tasca que rápido tornó en ultramarinos, "compraba pieles, cartón, chatarra… y en la cochera puso en marcha la primera gasolinera del pueblo. Era la época del estraperlo", comenta su nieto.

Lo más difícil de una empresa familiar es fomentar valores para el relevo generacional".
Javier Jiménez

Legado y reconocimiento a Emiliano Revilla

En el mismo espacio-tiempo tenemos a Emiliano Revilla, un famoso empresario de embutidos que en aquellos años cuarenta del siglo XX empezaba a trabajar en la pequeña fábrica de chorizos de su familia. De distribuir chacina en bicicleta por los pueblos de alrededor a convertirse en uno de los industriales cárnicos más importantes de España y famoso por su secuestro a manos de terroristas de ETA durante ocho meses en 1988.

"En los 60 –comenta Javier Jiménez–, la logística se basaba en tener un camión, así que mi padre convirtió en el primer camión para transportar chorizo de Revilla. Revilla creció y creció y necesitaba más camiones. Mi padre, y otras dos personas , crearon tres empresas de transporte encargadas de la distribución de los productos a toda la península y que Revilla fabricaba a diario. Ahora, un camión en Molinero se cambia cada 3 años; esto se contradice porque los de antes hacían más de 2 millones de kilómetros. Todo se cargaba y descargaba a mano y hasta los mecánicos eran capaces de cambiar un motor en carretera por la multitud de averías que se producían".

 

Molinero Logística destaca desde los años 90 cuando Javier Jiménez se implica en la transformación de la empresa de transporte, iniciada por su padre. 

En Ólvega nada se entendería sin Emiliano Revilla –ahora tiene 97 años y cuentan que casi todas las semanas suele venir desde Madrid para ver su pueblo–. Construyó viviendas para sus empleados y tras su secuestro prometió a los vecinos que nunca les faltaría trabajo, así que los convenció para montar una empresa más parecido a una cooperativa que se encargó de construir una fábrica que luego se destinó a la fabricación de cableado para automoción; También Emiliano construyó otra fábrica que vendió a una famosa marca de ropa vaquera "y así garantizó empleo para muchas familias de la comarca", admite el director general de Molinero.

Después de todos aquellos años y después de la labor tan encomiable que Emiliano Revilla protagonizó hoy en esta pequeña localidad de la comarca del Moncayo y rindiendo homenaje a la España vaciada funcionan hoy varias empresas entre las que se encuentran una empresa farmacéutica, una industria láctea, una fábrica de pizzas que se venden por toda España, un alto horno y hasta una empresa que recicla pelotas de golf recogidas de campos de golf por todo el mundo. Ólvega se ha convertido en el verdadero motor industrial de la provincia de Soria.

En este ecosistema, Molinero Logística destaca desde los años noventa cuando Javier Jiménez se implica en la transformación de la empresa de transportes que había iniciado su padre. "Hasta ese momento la compañía tenía asegurada la salida de camiones, pero no su retorno con carga. Estamos cerca de la comarca de la ribera del Ebro, una de las más ricas del país y donde empezaron a gestarse las principales fábricas de vegetales congelados. Así que empezamos a trabajar con ellos", comenta. Fue el momento de cambiar de flota y de crear las primeras infraestructuras de almacenaje. "Cuando cogí la empresa facturábamos 200 millones de pesetas –poco más de 1,2 millones de euros– y hoy superamos los 100 millones de euros".

El negocio parece sencillo: las empresas producen alimentos perecederos en determinadas épocas del año y necesitan guardarlos para su distribución a lo largo del año. Molinero les ofrece transporte por carretera y el alquiler de sus enormes cámaras frigoríficas. Lo llaman logística integral. Molinero atiende a más de 100 clientes en sus instalaciones de 60.000 metros cuadrados donde también cuentan con un parking para 300 camiones, taller y gasolinera incluidas– y con sus 500 cabezas tractoras y remolques frigoríficos. Jiménez reconoce que para Molinero es un privilegio ay que desde Ólvega "En cuatro horas y media que puede conducir un camionero sin descansar podemos llegar al 85 % de la población activa, del consumo, que está concentrado en las grandes ciudades".

 

Unas 500 personas vienen a trabajar a ólvega cada día. Si hay trabajo, formación, vivienda y servicios, este pueblo será siempre un lugar atractivo para vivir".
Elia Jiménez, alcaldesa de Ólvega

Lo que importa es la cadena de frío

La especialidad de esta empresa familiar son los alimentos ultracongelados y su capacidad para llevar distintas variedades de productos de distintos fabricantes a grandes superficies comerciales y de distribución. Javier vuelve a poner un ejemplo clarificador: "Cualquier helado de Nestlé que te comes en verano sale de aquí. Esta compañía tiene fábricas por toda Europa y aquí llegan camiones con todas las referencias. Se empiezan a almacenar ahora para su distribución cuando empiece el calor".

No todos los alimentos se congelan a la misma temperatura, así que Molinero opta por "la más desfavorable, por los –28 grados, cuando cualquier producto se congela a –20 grados". A esta temperatura salen los productos en los camiones, que en realidad no enfrían, sino que mantienen la temperatura. En este tipo de distribución, la cadena de frío es fundamental.

Molinero ha sido premiada como empresa en los Top Carrier Awards 2024 por su excelencia en la integración telemática en el sur de España

 

 

"Por eso, cambiamos los remolques frigoríficos cada cinco años y hacemos la trazabilidad del frío a través de GPS, haciendo un seguimiento a tiempo real, con sistemas de alerta y corrección de problemas. Podemos tener un incidente en el equipo de frío del vehículo, pero la temperatura está vigilada todo el tiempo", explica Jiménez, que vuelve a un caso práctico: "la cobertura de chocolate de un helado que venía de Italia llegó aquí rota, así que seguimos el transporte y nos dimos cuenta de que al atravesar los Pirineos, por la altura y la diferencia de presión, el producto sufría esa variación y rompía. La tecnología es cada vez más importante". Esas implementaciones que analizan al segundo la forma de conducir, el consumo de combustible o la temperatura de los alimentos le ha servido a Molinero para obtener el reconocimiento en los Top Carrier Awards 2024 por su excelencia en la integración telemática en el sur de Europa.

En las cámaras se trabaja a -28º para conservar de manera más efectiva, todos los productos. Y después están las cámaras frigoríficas que hacen la función de un almacén regulador de mercancías en este caso ultracongeladas donde se almacenan, organizan y expiden las 90.000 toneladas de alimentos. En los diez almacenes de ultracongelación, uno de ellos está totalmente automatizado, y el resto son cámaras con estanterías móviles. Para mantener la refrigeración se utilizan motores de tornillo que usan amoniaco líquido inyectado, que se convierte en gas, evaporan muy rápido la temperatura generada por los productos, una tecnología de enfriamiento que se usa en barcos o edificios.

Conductores para fijar población en la España vaciada

El principal desafío de las compañías de transportes es poder mantener una plantilla de conductores acorde al volumen de su negocio. "Asumimos que hoy en día no es una profesión atractiva, tiene mucha rotación y tenemos dificultad para encontrarlos, para atraer a personas de nuestro entorno. Hace años contratamos a conductores de países del este europeo, hace una década a conductores colombianos y ahora también de Argentina y Perú", comenta el CEO de Molinero. De hecho, han alquilado viviendas en la ciudad de Soria, a 50 kilómetros de Ólvega, para albergar a conductores de estos dos países.

Jiménez asegura que su propósito es fijar población en la comarca del Moncayo. "Trabajamos para que los conductores tengan rutas definidas y puedan dormir todos los días en casa o también que salgan los domingos y vuelvan los viernes. Buscamos mejoras continuas porque trabajamos para cadenas importantes".

Esta zona engloba alrededor de veinte municipios y Molinero es la empresa de logística más grande del norte de España, lo que ha propiciado que más de 500 familias de la comarca dependan directamente de su actividad. "Nuestro plan estratégico de crecimiento no contempla movernos de aquí. Somos sorianos, aquí nacimos, aquí nos expandimos y aquí seguiremos", dice Javier Jiménez, un apasionado de su empresa, que solo se despista para sus obligaciones en el Club Deportivo Numancia, el histórico equipo de fútbol de la ciudad de Soria, donde es vicepresidente. Por otro lado, Molinero mantiene acuerdos con centros de FP y otras instituciones para atraer talento. "En esta España vaciada, muchos chavales se marchan y nosotros intentamos explicarles que un ingeniero u otros perfiles laborales pueden desarrollar su proyecto vital y ganarse la vida aquí, en su tierra".

 

Las nuevas implementaciones tecnológicas, el consumo de combustible y la temperatura de los alimentos, le ha servido a Molinero para obtener el reconomiento en los Top Carrier Awards 2024 Elia Jiménez, alcaldesa de Ólvega, apuntala esta idea. "Aquí hay trabajo y oportunidades para todos. Contamos con un módulo formativo enlazado con la actividad empresarial del municipio. Por eso, desde hace décadas, el paro aquí es cero. Alrededor de 1000 personas vienen a trabajar al pueblo cada día. Ahora la prioridad es poder ofrecer vivienda social. Si hay trabajo, formación, vivienda y servicios, Ólvega será siempre un lugar atractivo para vivir".

"Lo más difícil de una empresa familiar –confiesa Javier Jiménez– es fomentar valores para el relevo generacional. Es complicado pensar en el futuro, aunque por ahora he conseguido que Andrea y María, mis dos hijas, ya formen parte de la empresa, en las áreas de Operaciones y Compras, respectivamente. Lo han mamado desde pequeñas y están comprometidas".

¿Te Acerco?

Más allá de las grandes ciudades existen relatos de empresas que valen la pena conocer. Empresas que tienen un vínculo especial con los pueblos y los territorios donde han edificado su particular manera de dirigirse a sus clientes. Son negocios que, al igual que Banco Sabadell, han contribuido al desarrollo socioeconómico de esos lugares donde, un día, quisieron abrir las puertas y mantener el compromiso con sus gentes.