El entrenador del Real Valladolid, Paulo Pezzolano, ha pedido perdón. Lo ha hecho en la rueda de prensa previa al encuentro ante el Tenerife. Y lo ha hecho antes del turno de preguntas. "Primero, hablar de lo sucedido. Pedir disculpas. Por la nota que he dado, por lo que me expresé mal y el malentendido que causé. A veces sufres algo por una, dos o tres personas...", ha arrancado el técnico, añadiendo que el malentendido es cuando "digo que es una ciudad muy particular".
"Voy a explicar. Lo dije siempre, es una ciudad maravillosa, con gente espectacular y cálida, conmigo lo son. Tengo amigos vallisoletanos ya. Todo lo que se vive es divino, es calidad de vida", ha dejado claro, explicando que lo de particular es "cuando entras al estadio hay gente que te genera lo contrario. Y te quedas con eso". Por eso ha repetido varias veces las disculpas, "por lo que expresé y entendieron". "No quise decir nada contra la ciudad, porque es espectacular y lo digo de corazón", ha concluido.
Sobre los cánticos que hizo en el balcón de 'Pezzolano, dimisión', ha explicado que lo tomó "como una broma, algo que iba a suceder. Apagué y así todos disfrutásemos. Si alguien se sintió afectado, también le pido disculpas. Fue como un disfrute más".
"Somos seres humanos y nos equivocamos, nadie quiere hacer daño. Todo estas cosas me dan bronca de no poder estar disfrutando de estar de nuevo en Primera, de celebrar de algo espectacular. Era el año más difícil para ascender y lo logramos antes de nadie. Disfruten del ascenso y ahora nos queda un último esfuerzo para traer la copa, que esta ciudad y esta plantilla se lo merece".