La expectativa que proyectan las encuestas acerca del resultado de las elecciones en el País Vasco apunta a un crecimiento de EH Bildu que les coloca en posiciones de empate con el PNV e incluso ligeramente por delante.
¿Qué ha pasado para que quienes no ocultan su pasado como herederos del brazo político de la organización terrorista ETA estén ahora mismo reclutando tanto apoyo social, sobre todo entre los jóvenes? Una herencia que los dirigentes de EH Bildu no disimulan, como se puede apreciar en cada ocasión en la que asisten a los "ongi etorri", los actos de bienvenida y homenaje a los presos etarras cuando son excarcelados. Vienen de dónde vienen y ellos no lo disimulan, pero el entorno -desde el PNV al PSOE e IU y Sumar- llevan mucho tiempo contribuyendo a borrar esa memoria, olvidando que durante los años en los que la ETA estuvo en activo intentó tumbar la democracia, y la prueba de que ése era su objetivo es que desde que se aprobó la Constitución cada año asesinaron a más personas que en el mismo período temporal en vida de Franco.
A difuminar esa ominosa memoria, con la complicidad de algunos medios, en los últimos años contribuyó de manera destacada la prelación que le dio el Gobierno de Zapatero a la "memoria histórica", priorizando el recuerdo de la guerra civil y la represión franquista olvidando estos crímenes más recientes. El resultado de dicha iniciativa fue que buena parte de los jóvenes vascos no ven a EH Bildu como los testamentarios de la ETA.
El liderazgo de Arnaldo Otegi, condenado en su día por pertenencia a organización terrorista, pero que jugó un papel destacado en las negociaciones que con Zapatero en el Gobierno desembocaron en el anuncio de la disolución de la banda, ha sido clave en la operación de blanqueo. Su posterior retirada táctica de la primera línea ha contribuido a proyectar una imagen progresista de la coalición. Para terminar de entender el porqué de la progresiva euskaldunización de las expectativas de voto hay que recordar el papel de las ikastolas y la inmersión lingüística. Sobre todo en Guipúzcoa.
Cuando el PNV descubra que el tigre está fuera de la jaula quizá se arrepienta de haber traicionado a Mariano Rajoy, porque en la política todo se relaciona con todo y los pactos de Bildu con el PSOE en Madrid y el apoyo reiterado a Pedro Sánchez también les proporcionan una pátina de aparente respetabilidad política que contribuye a disimular de dónde vienen.