«Cantidad de información, cero». De esta forma resumía Alberto Núñez Feijóo, líder del PP, su encuentro de 30 minutos de duración con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Infructuoso, puede calificarse el encuentro entre los líderes de los dos partidos políticos mayoritarios en España, en el que el jefe del Ejecutivo tenía que dar explicaciones sobre el aumento del gasto en materia de Defensa y su financiación. Feijóo también aseguró que el Gobierno no tiene un plan en Defensa, a pocos días de un Consejo de Europa, donde los países deberán mostrar sus posiciones. Poco más ha trascendido de la reunión, salvo que Núñez Feijóo «sospecha» que el presidente del Gobierno tiene la intención de sacar adelante este aumento de gasto militar a espaldas del Congreso de los Diputados, es decir, sin contar con el poder legislativo, cuando es preceptivo que este tipo de medidas cuenten con el aval de la cámara baja. La razón es bien sencilla, el Gobierno no cuenta con una mayoría parlamentaria suficiente para sacarla adelante.
Pedro Sánchez tendría una solución relativamente sencilla para esta encrucijada. Sería un acuerdo con el PP, que haría que la oposición de buena parte de sus socios de Gobierno quedara en agua de borrajas, pero a buen seguro este pacto PSOE-PP haría saltar por los aires el Gobierno y conduciría al país a unas Elecciones Generales que el presidente quiere evitar a toda costa -su objetivo es agotar la legislatura en 2027-.
Durante la jornada de ayer distintos representantes de los partidos con representación parlamentaria, a excepción de Vox e incluido Bildu -por primera vez en democracia-, pasaron por la Moncloa y lo único relevante que trascendió fue la intención de no llevar el aumento de gasto en Defensa al Congreso, según el líder del BNG, Néstor Rego. Después de las reuniones, Pedro Sánchez compareció para decir que demorará concretar los plazos para llegar al dos por ciento en gasto de Defensa hasta la cumbre de la OTAN, que se celebrará en junio en La Haya.
La situación política hace prever que una posible gran coalición entre el PSOE y el PP está muy lejos de producirse, a pesar de la delicada situación geoestratégica por la que atraviesa Europa y, por consiguiente, España. Los líderes políticos españoles deben ser responsables ahora más que nunca para con los ciudadanos a los que representan, porque las consecuencias pueden ser irreparables a medio y largo plazo.
Una coalición leal y sincera entre el PSOE y el PP es más necesaria que nunca en España para poder avanzar en la misma dirección que Europa y sin tener que pagar peajes ni a formaciones independentistas ni a extremistas, ambas minoritarias, pero que en los últimos años lastran al país.