Santiago González

CARTA DEL DIRECTOR

Santiago González

Director de El Día de Valladolid


Una nueva oportunidad para la suerte de todos los años

21/12/2024

Estos días andamos con los nervios y ese gusanillo en el estómago por si este año sí, por si este año le da por salir a la bolita del número que jugamos a la vez que sale del otro bombo la de 400.000 euros. El Gordo de la Lotería de Navidad es el objeto de deseo de casi todos los ciudadanos cuando llegan estas fechas, aunque en la mayoría de las ocasiones nos conformamos con celebrar el tradicional 'día de la salud'. La esperanza es lo último que se pierde y hasta la mañana del domingo seguiremos con la ilusión de que esta vez sea la buena. La provincia vallisoletana ya ha sido agraciada en once ocasiones con el primer premio, seis de ellas en la capital (1821, 1984, 2012, 2018, 2022 y 2023) y otras cinco en diversos municipios. Es verdad que lo hemos rozado en los últimos años, con algunas series, pero a lo grande no lo hemos visto desde hace 40 años. A ver si este domingo vuelve a sonreír esa suerte esquiva y nos da una alegría de esas que a veces cambian la vida a las personas. Siempre para mejor.
No obstante, esta semana prenavideña, cargada de brindis y encuentros institucionales, cenas de empresa y comidas de amigos, nos anuncia ya el año nuevo, ese que tendría que llegar cargado de ilusiones, esperanzas y nuevos proyectos. Pero, de esto último, parece que hay más bien poco en los presupuestos municipales y provinciales. El Ayuntamiento aprobará el próximo viernes, víspera de los Santos Inocentes, las cuentas para 2025, con inversiones que no pronostican nada nuevo e ilusionante, sino una continuidad que puede ser importante a la espera de que pueda haber un pequeño avance en ese gran proyecto de legislatura que es el soterramiento, aunque de momento no se vislumbra una posibilidad real. El equipo de gobierno de la Diputación ya tiene los deberes hechos y sus presupuestos se aprobaron a finales de noviembre con un incremento del 12 por ciento tras un acalorado debate sobre la procedencia de los fondos que engrosan estas cuentas, principalmente llegados desde el Gobierno y la Unión Europea.
De la Junta de Castilla y León y del Gobierno central no voy a hablar, pues en su caso no tienen aún aprobados ni el proyecto de ley, que después debería tramitarse, debatirse y aprobarse en los parlamentos correspondientes. Y peor aún, en ambos casos es muy complicado que puedan salir adelante en los próximos meses por la falta de mayoría estable de los ejecutivos. Esto supone que en las próximas semanas deberán prorrogar los presupuestos de este año con los ajustes necesarios para seguir desarrollando su acción de gobierno. Y eso no es bueno. 
Volviendo a lo más cercano, los presupuestos municipales saldrán adelante tras el acuerdo entre los dos socios de gobierno, PP y Vox, que en la capital mantienen un pacto estable, con sus tiranteces pero sin que llegue la sangre al río, cerrando los ojos a rupturas como la producida en Burgos y siendo ambos conscientes que un divorcio a estas alturas de mandato perjudicaría tanto a los populares como a los de Abascal. Como decía antes, las inversiones previstas para el próximo año no incluyen proyectos estrella, actuaciones que marquen el futuro y que puedan ilusionar a los ciudadanos. Por supuesto que hay obras y proyectos importantes, unas que ya están en marcha como el Teatro Lope de Vega o Las Catalinas y otras para las que se empezarán a dar los primeros pasos, como el puente de Poniente, aunque aún se ve muy lejos.
El equipo de gobierno lo fía todo al soterramiento en este mandato y el tiempo pasa, el próximo mes de mayo cruzaremos ya el ecuador, sin avances hacia ese macroproyecto. La zona de bajas emisiones, la estación de autobuses, la limpieza, el centro del vino, los festivales, la programación de fiestas, la movilidad ciclista y el comercio son otras actuaciones para las que 2025 debe ser el año del empuje definitivo o la consolidación. Habrá que ver.
En la provincia, el gran problema de la despoblación se le escapa a la Diputación, aunque los pueblos esperan un mayor aprovechamiento de los fondos europeos que llegan y un poco más de imaginación para impulsar el turismo y la industrialización de algunas comarcas.