El rumor, el bulo, las filtraciones interesadas, las mentiras y las medias verdades son una combinación que se da con cierta frecuencia entre la política y el periodismo. A partir de que se apaguen las luces navideñas y nos abrace la frustración de los Reyes Magos, se agudizará esta mezcla, ya que entraremos en el corazón de la legislatura, el último año completo, en el siguiente, a partir del verano, se iniciará la precampaña electoral.
En este ambiente, cada día son más las voces que me susurran sobre el comportamiento, entre sobrado, egoísta y arrogante de una edil del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Valladolid. Como este asunto, hasta ahora, son habladurías que no he vivido y no he podido contrastar, omitiré su nombre. Los comentarios me llegan de vecinos y de empleados públicos de su área. Me señalan que está obsesionada con que se la respete. Alguien le debería advertir que el respeto se gana y que, cuando se intenta imponer, lo que se consigue es miedo. También me insinúan que confunde los expedientes administrativos con malos apuntes de facultad y, aunque es bien conocido que nadie nace sabiendo, con esfuerzo, dedicación y cariño a los asuntos todo se puede conseguir. Tiene buenos ejemplos en el equipo de gobierno, además de J.J. Carnero, en quien fijarse y aprender. Puede hacerlo, por ejemplo, en Alberto Gutiérrez Alberca, quien está demostrando, una vez más, que es muy buen político y un excelente gestor. Los datos de su área son impecables: en septiembre Auvasa logró el récord de viajeros de los últimos diez años (un 12,5% más que el año pasado); el pago en efectivo se incrementa día a día; el bus búho ha sido un gran acierto; el 2 de septiembre, Biki logró el mejor uso diario desde su puesta en servicio (57% más respecto a las ferias pasadas). Otro buen ejemplo de discreción, quizás demasiada, buen hacer y eficiencia es Rodrigo Nieto García o Francisco Blanco Alonso, quien mete más horas que un sereno y ha conseguido, con rigor y eficacia, poner orden en las calderas del gobierno. También podría seguir el ejemplo de Carolina del Bosque quien, según me cuentan, inunda de empatía sus reuniones con los vecinos.
Tal y como comentaba al inicio de este artículo, a partir del tercer año de legislatura, comienza la cuenta atrás y las habladurías se incrementarán y afectarán a todos los grupos políticos municipales. Los concejales empezarán a posicionarse, unos para mejorar el puesto en la lista y otros para encabezar la de su partido. Excepto el alcalde, J.J Carnero, que tiene en su mano la decisión, el resto no tiene garantías de liderar la lista de su partido. En el PSOE, el que quiere le viene grande el puesto y se desconoce su aportación a la ciudad después de tantos años de edil. Deberá esperar a ver qué pasa con Tudanca y hasta dónde llega la sangre en el congreso federal de Sevilla. En VOX, la discreta Irene Carvajal, con un grupo dividido, dependerá de la calle Bambú y de la opinión de Pablo Sáez Alonso-Muñumer, diputado del partido por Valladolid. En VTLP, puede pasar cualquier cosa; los dos ediles están ocultos o les pesa demasiado la sombra de Saravia, Bustos o María Sánchez. Personalmente, creo que harían bien en recuperarles.
En política es bueno respetar los tiempos y no perder los nervios. Las prisas, para los malos toreros, los atajos no suelen funcionar y ojo con los aduladores, los zalameros y los abraza-farolas que suelen ser expertos en puñaladas traperas.