Jaime Sánchez Cuéllar

El Campo

Jaime Sánchez Cuéllar

Agroperiodista y director de Vive! el campo


Y después de las elecciones europeas, ¿qué?

18/07/2024

El lunes, después de que se cuenten los votos, el sector primario europeo seguirá teniendo que afrontar el mismo reto que le acecha desde hace un largo tiempo: cómo hacer compatible la producción de alimentos de forma rentable con una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Porque Europa se ha propuesto lograr en 2050 ser climáticamente neutra, y todos los sectores deben contribuir a ese objetivo, también la agricultura y la ganadería.

El debate no está tanto en el por qué se debe reducir el impacto de la producción agraria sino en el cómo lograrlo y en el tiempo que se da el sector para que se adapte. También en si las medidas que se exigen a agricultores y ganaderos son realmente eficaces para reducir esas emisiones y no una sucesión de ideas, a veces extemporáneas, que solo generan más y más burocracia. Como decía un portavoz de la Comisión Europea la semana pasada, hay que mantener la ambición climática, pero hacerlo más práctico. Pues bien.

Una vez se configuren la nueva Eurocámara y la Comisión, 2025 se presenta crucial para el sector. En el verano se negociará el marco financiero plurianual, esto es, el nuevo presupuesto a largo plazo que sustituya al actual periodo 2021-27. La PAC supone ahora el 33% de las cuentas europeas. ¿Se mantendrá ese peso? Aparecen en el horizonte nuevas prioridades de las que se habla con insistencia como la defensa y la seguridad. Está pendiente también la ampliación de la UE con la entrada de Ucrania, uno de los grandes actores agrarios a nivel mundial. ¿Se podrá seguir con un sistema de pagos similar cuando Ucrania forme parte del club europeo?

El próximo año las instituciones europeas tendrán que adoptar también otra decisión relevante: ¿seguimos con el actual formato de PAC para el siguiente periodo post 2027? ¿Se parchea? ¿Se afronta otra gran reforma? Fuentes de la Comisión Europea han explicado que tras el primer año de aplicación de la PAC y después de las protestas de los agricultores extraen importantes conclusiones: que la PAC tiene que ser más sencilla, que los ingresos de los agricultores son bajos y que hay que mejorar su posición en la cadena alimentaria. Viejos mantras. Pero sí hay una conclusión más relevante a la que llega la Comisión y es que la futura PAC no solo hay que hacerla bien, sino que en su redacción hay que contar más con los agricultores. Pues bien, también.