Los Estados Unidos son diferentes. Visto el caos generado por las contradictorias decisiones adoptadas por Donald Trump con los aranceles como arma de presión masiva y arbitraria -fortunas arrasadas en la Bolsa y pequeños ahorradores al borde de la ruina o directamente desahuciados- lo esperable era que desde la oposición a Trump, en el Partido Demócrata, se estuvieran escuchando voces criticando semejante improvisación y alertando hacia dónde puede llevar la confrontación comercial con el mundo en general y con China en particular. Pero no está siendo así.
Ante semejante panorama, ¿alguien ha escuchado decir algo a los Obama, Clinton, o a los desaparecidos Biden o Kamala Harris? Lo de la señora Harris resulta entre llamativo y misterioso. Después de una trayectoria en la que pasó de la sombra a un estrellato poco acorde con sus posibilidades reales como factor político para neutralizar al "trumpismo", parece haberse sumergido en la nada dejando al Partido Demócrata en un estado de inanidad que resulta llamativo y difícil de interpretar. Cuando menos con arreglo a claves europeas estándar de hacer oposición política. Trump, que tomó posesión el 20 de enero, lleva camino de cumplir cien días en la Casa Blanca, tiempo más que suficiente para haber dado ante el mundo uno de los espectáculos políticos más chuscos. Medidas económicas contradictorias, rectificaciones, amenazas a diestro y siniestro, promesas incumplidas como la negociación con Rusia que iba a poner fin a la guerra , declaraciones malsonantes, etc. etc.
En razón del liderazgo mundial que ejercen los Estados Unidos hay razones más que suficientes para que en el discurso global en el relato de cuanto acontece en Washington tuviéramos noticia acerca de lo que piensa la oposición, los líderes del Partido Demócrata acerca de los bandazos de la política de Donald Trump. Lo de Kamala Harris , como digo, constituye un añadido al misterio. Tras casi tres meses de permanecer en la sombra han trascendido unas palabras suyas -que paso a transcribir-, que definitivamente le dejan a uno instalado en la perplejidad: "He jurado que no iba a decir 'Os lo dije'". Gran aportación, sin duda. Trump debe estar muy preocupado.