Manuel Juliá

EL TIEMPO Y LOS DADOS

Manuel Juliá

Periodista y escritor


Un informe de la UCO

14/10/2024

Después de leerlo te queda un regusto amargo. Páginas llenas de codicia y desprecio al dolor. Mientras unos llorábamos muertes y sentíamos incertidumbre, ellos, «la presunta organización criminal», se llenaban los bolsillos aprovechando la inmensidad financiera de la administración y la flacidez de los controles para agilizar la contratación de mascarillas.
Unos sufríamos y otros eran felices robándonos. Ya en el primer atestado, muchas evidencias favorecieron la investigación. Detuvieron a 14 personas y se llevaron a cabo 26 registros. La trama era sólida, se pavoneaba, se sentía impune. Al frente el empresario Víctor Aldama y Koldo García, asesor de José Luis Ábalos. El exministro mantenía «un papel relevante» dentro de la supuesta red corrupta.
Además de las mascarillas hervían otros negocios soportados en un ministerio como el de Transportes (Adif, Renfe, Puertos del Estado...). En este informe, la UCO investiga el papel del comandante de la Guardia Civil Rubén Villalba, integrado en el grupo de información, quien se encargaba de la seguridad de las comunicaciones y de conocer de primera mano las pesquisas policiales sobre la presunta trama.
Mientras lees sientes admiración por los redactores. No solo porque extirpen un tumor maligno en su propio «cuerpo», también porque advertimos que quienes vestidos de verde nos paran en la carretera saben por qué luchan contra el delito, están formados para ello y son honestos. La Convención de Palermo, El informe SOCTA, la Estrategia de Seguridad Nacional... Más del 71% de las organizaciones criminales usan la corrupción en su modelo de negocio. «La corrupción es una herramienta para penetrar y debilitar las instituciones públicas y privadas, (...) horada la gobernanza y repercute negativamente en el funcionamiento de las instituciones políticas, incrementando el riesgo de desestabilización», apuntan.
A medio camino de la lectura se van haciendo más enormes las sombras. Múltiples grabaciones, cientos de miles de correos, inspecciones bancarias que desvelan ingresos furtivos, alquileres de lujo y dádivas diversas para satisfacer a quien manda, cuyo solo nombre favorece que se pudieran haber comprado millones de mascarillas, a veces inservibles o innecesarias, con la participación de personas ajenas a las mesas de contratación, como el propio Aldama, que trasegaba por aeropuertos, pasillos y despachos ministeriales. No voy a repetir los nombres ya de todos conocidos.  Solo he querido decir el regusto amargo que deja este reflejo de la miseria del alma humana.