Mucho trabajo ha realizado la alcaldesa de Hornillos de Eresma, Coral López, y el resto de concejales durante casi 20 años para tirarlo ahora por la borda. El río recorre el municipio, de apenas 200 habitantes censados, y un mar de pinos rodea el casco urbano. Es tradicional observar a amantes de la naturaleza pasear por el entorno de la localidad. El Consistorio ha potenciado estas características durante décadas para conseguir que Hornillos se convierta en una villa de naturaleza y ocio natural. Se han puesto manos a la obra a la hora de organizar eventos gastronómicos y naturales que atraigan a visitantes que puedan disfrutar del campo y el medio rural.
Para ello, también han realizado inversiones para conseguir atractivos turísticos. Cuenta con un sendero homologado, ha rehabilitado un palomar tradicional donde se puede conocer la forma de crianza y cuidado de palomas, y ahora están inmersos en la construcción de un centro de interpretación de la naturaleza, que ayude a los visitantes a conocer la flora y la fauna de la zona. Pero ahora, después de este esfuerzo, ha surgido un problema que está ocasionado rechazo total, tanto por parte de los vecinos como del propio Consistorio.
Más de una decena de naves de cría y engorde de cerdos están ubicadas en el término municipal, así como dos plantas de cogeneración de purines, y ahora el equipo de Gobierno se ha encontrado con la insistencia de una compañía en instalar una nueva planta de generación de biogás, otra más. El Ayuntamiento se ha plantado y tiene claro que va a llegar hasta donde sea necesario para impedir que el municipio se convierta en el centro neurálgico de este tipo de plantas al entender que generan problemas y malos olores y ahuyentan a esos turistas que buscan descanso y naturaleza.
Una de las plantas ubicadas en Hornillos de Eresma. - Foto: Jonathan TajesYa han conseguido que otra empresa ceda y no lleve a cabo su proyecto de una cuarta planta de biogás, y tienen claro que van a conseguirlo de nuevo.
Redexis Gas Servicios solicitó un informe de compatibilidad urbanística para un proyecto de construcción y operación de una planta de biometanización de subproductos de origen agroalimentario, agrícola y ganadero. Desde el Consistorio mostraron su disconformidad con la construcción de esta planta y, al menos por el momento, no han tenido más noticias, pero ahora tienen encima de la mesa el proyecto de Desimpacto de Purines Eresma S.A.U (perteneciente al grupo Capwatt) para la construcción de otra planta. Se da la circunstancia de que esta empresa ya dispone de una fábrica de cogeneración de purines en el pueblo y pretende levantar otra en una parcela colindante de su propiedad.
Si este proyecto se llevara a cabo, el municipio contaría con una docena de naves de cerdos y tres plantas de generación de biogás realizado mediante excrementos y cadáveres de animales. «No queremos eso ni mucho menos para nuestros vecinos», comenta la alcaldesa, mientras relata que esta circunstancia supondría mayor tránsito de camiones de purines. «Ya nos ocurre y sufrimos los malos olores, especialmente durante los meses de verano. Cuando pasan camiones con animales muertos a veces vemos buitres sobrevolar a los vehículos».
La alcaldesa de Hornillos de Eresma, Coral López, señala los terrenos en los que tiene planificado ubicarse la empresa. - Foto: Jonathan TajesPor ello, solicitaron un informe a la Diputación de Valladolid al entender que debían plantear de forma técnica la respuesta a la compañía. El documento de la institución provincial se mostraba contrario a la implantación de esta nueva planta «debido a que afecta a un arroyo» y también por entender que se trata de una instalación anexa independiente y no una ampliación de la actividad existente, según relata la regidora. No obstante, la empresa no se mostró conforme y presentó un recurso contencioso administrativo contra el informe técnico emitido por el Servicio de Urbanismo de la Diputación.
El pasado 5 de febrero, Desimpacto de Purines volvió a solicitar un nuevo informe de compatibilidad para su nueva planta. Un documento añadido al ya presentado el 15 de febrero de 2023. «Lo que realmente hicieron fue modificar un poco la ubicación exacta donde se encontraba el anterior y creo que también un poco las dimensiones del proyecto».
En la actualidad, desde el Ayuntamiento se encuentran a la espera de que la Junta de Castilla y León adopte una decisión sobre el nuevo proyecto presentado por la empresa para la concesión de la licencia ambiental. Pero tienen claro que no van a parar hasta conseguir detener este nuevo proyecto. «La empresa nos ha comunicado que si no abre la segunda planta, cerraría la segunda», comenta el concejal de Toma la Palabra, Sergio Sánchez, que también forma parte del equipo de Gobierno.
Rechazo vecinal.
Los vecinos se muestran contrariados por la situación y respaldan al equipo de Gobierno en su rechazo a este nuevo proyecto. Ya sufren durante los meses de verano algunos malos olores procedentes de las granjas y las dos plantas existentes. Incluso, no tienen más remedio que soportar algunos restos de purines en el tránsito de los camiones, las moscas y el mal olor. Ya tienen suficiente. No quieren más y mostrar su rechazo «hasta el final».