El guitarrista y compositor Juanma Latorre ha recorrido junto a la banda Vetusta Morla las "baldosas amarillas" del éxito, desde que dieron sus primeros pasos hace ya 25 años en Tres Cantos hasta la gira de su último disco 'Cable a Tierra', que culminará en el Wizink Center de Madrid el 1 de diciembre con un concierto para el que ya no quedan entradas.
Su próxima parada, sin embargo, tendrá lugar este lunes en la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci) con motivo de la presentación de la película "El amor de Andrea", su segunda colaboración con el director Manuel Martín Cuenca después de poner música a "La hija", en la que este grupo pone la partitura y la canción original, esta última candidata a los Goya, que interpretan junto a la cantautora canaria Valeria Castro, informa EFE.
Latorre ejerce de portavoz de la banda en una entrevista telefónica con EFE, en la que asegura que crear una banda sonora "está siendo tan positivo y refrescante" que sí se ven en un futuro dedicándose a ello a tiempo completo, aunque no pierden el foco en que son "una banda de rock" que hace canciones, discos y conciertos.
"Sí me veo haciéndolo y un día tendré no sé cuántos años y a lo mejor no me apetece estar por ahí, sobre todo porque es muy hermoso y verdaderamente apasionante ver cómo se construye esa película y participar en cómo se construye esa magia", afirma.
A las dos colaboraciones con Martín Cuenca se suma la música del videojuego "Los ríos de Alice", una experiencia que rompe con su dinámica de grupo de local de ensayo y que les obliga a fragmentar más el trabajo, "a hacer algo más premeditado".
En este último largometraje el director les ha dado "muchas indicaciones" pero no ha sido "una pelea intelectual" sino que ha habido "mucha libertad y fluidez".
De hecho, una de las grandes aportaciones de la banda ha sido su apuesta por instrumentos no amplificables para ajustarse al tono intimista, ya que conectaba mejor "con lo que es Cádiz, un lugar de ida y vuelta, entre España y América", y para el que han utilizado diferentes guitarras acústicas, un guitarro y percusión tradicional.
Desde el cineclub
Sin embargo, la relación de Vetusta Morla con el séptimo arte va mucho más allá de estas composiciones, ya que forma parte de la vida diaria de algunos de sus miembros, como su cantante Juan Pedro Martín 'Pucho', que colabora con publicaciones y que ha sido 'ojeador' y jurado de festivales.
"Pucho y David [García, el 'Indio'] ya tenían un club de cine cuando vivíamos en Tres Cantos y organizaban proyecciones en la casa de la Juventud", recuerda antes de señalar cómo algunas de sus canciones, 'Finisterre' o 'Al final de la escapada', están inspiradas en películas.
Latorre ve similitudes entre el cine y la composición porque una canción puede funcionar como una pequeña película, tienen "esa parte narrativa, esos desenlaces, tensiones y resoluciones" que también se utilizan en la música "para crear una historia".
Preguntado por la posibilidad de protagonizar su propia película, como los grupos de rock de los años 60, asegura que les daría "mucha vergüenza hacer una cosa así", aunque cita el cortometraje "Anima", del cantante de Radiohead, Thom Yorke y dirigida por Paul Thomas Anderson, como una muestra más reciente de que la interacción entre el cine y la música "es algo apasionante".
Rituales
En su cuarto de siglo de historia, la banda madrileña ha experimentado un cambio drástico en la forma de consumir la música, mucho más individual, lo que ha producido que esa "idea de ritual" a la hora de escuchar un disco "se haya perdido bastante".
Sin embargo, "jugando a futurólogo" Latorre cree que esa puesta en común volverá por la necesidad de "tener un cable a tierra y de encontrarte con otras personas", algo que el ser humano lleva haciendo miles de años y que "no se va de la noche a la mañana".
A su juicio, el ritual de los conciertos e interpretar la música "está perdiendo mucha relevancia", pero lo considera "un movimiento de péndulo" porque "llevas a cualquier adolescente a un buen concierto y alucina" con la energía entre público y banda.
Su próximo ritual de este tipo será el cierre de su gira "Cable a Tierra" que se celebra el 30 de noviembre y el 1 de diciembre en Madrid y en el que van a volver a contar con la "orquesta folclórica" de Aliboria y El Naán.
Es una apuesta por lo tradicional que cree que se quedará como "un color más" de su paleta musical, porque "nos toca movernos a otras sensaciones y a buscar nuevos horizontes", ha señalado.