Los clubes de fútbol viven un momento dulce en cuanto a cifras de socios y/o abonados. Y el Real Valladolid lo ha refrendado esta semana confirmando que ha batido, una temporada más, su récord histórico. La entidad blanquivioleta ha alcanzado la cifra tope fijada para este curso de 24.000 fieles. La mayoría, 21.241 personas, renovó su carné de la última temporada durante la campaña de abonados; mientras que 2.759 son nuevas altas –hay que recordar que fueron 8.000 las personas que se apuntaron para unirse al club como nuevo abonado–.
Atrás quedan los años en los que las cifras rondaban los once y los doce mil carnés expedidos, entre 2014 y 2018, con el equipo en Segunda o incluso el récord de los 23.313 de la campaña 2022/23.
De esos 24.000 abonados, más de 9.100 tienen 25 o menos años. Es decir, cuatro de cada diez fieles del Real Valladolid están en una franja de edad catalogada como joven, por la que más apuestan los clubes por aquello de que se garantiza su futuro. De esos 9.100 abonados, casi cuatro mil tienen entre 17 y 25 años; más de 2.100 entre 13 y 16; y más de tres mil cuentan con menos de esos 16 años. Son las cifras desglosadas por edad de los abonados del Real Valladolid.
Es verdad que el principal núcleo de fieles del Pucela tiene entre 26 y 45 años, con 6.280 carnés expedidos, es decir más del 26 por ciento de la masa total; que entre 46 y 59 hay más de 5.200; y que con 60 o más años hay 2.700, pero la apuesta por la juventud es una de las premisas de un deporte que, hoy por hoy, es el que más masas mueve, en Valladolid y en el resto de España.
De hecho, LaLiga reflejaba hace unas semanas que en la temporada 2023/2024, los abonos en LaLiga EA Sports suponían, de media, un 80% de la capacidad de los estadios, con una tasa de renovaciones del 91,9%. A ello se añade que la pasada temporada se superaron los 16 millones de espectadores en los estadios de Primera y Segunda, lo que supone un récord histórico para la competición desde que se tienen registros.
El José Zorrilla tiene una capacidad de 27.618 espectadores, con lo que esos 24.000 abonados supone el 87%, dejando libres 3.618 asientos por partido para, como siempre ha señalado la entidad, «aficionados del equipo visitante, compromisos del club y venta al público».
Otros clubes, como el vallisoletano, también tiene cupos máximos. Y también ha conseguido alcanzarlos. Como Osasuna, fijado en 20.000, cifra que lleva consiguiendo cuatro años; el Atlético de Madrid, con 60.000 abonados, su mayor número, que alcanzó el pasado curso y seguirá teniendo en el que arranca en una semana; el Valencia, con 38.500; el Sevilla, con 39.000; o la RealSociedad, con 38.000.
Todo ello 'obliga' a que se priorice la ampliación del estadio José Zorrilla, un tema que está pendiente del pliego de licitación del nuevo convenio del Ayuntamiento con el club de fútbol, que el alcalde, Jesús Julio Carnero, confía en tener «tras el verano». De hecho, en palabras esta semana del nuevo portavoz del Real Valladolid, Jorge Santiago, el propio Carnero espera comenzar por la primera parte de las obras que corresponden a la institución municipal, el cerramiento de la Grada Sur, en 2025.
Además, la cifra de 24.000 abonados deja también alguna curiosidad, como que más de 14.000 (58,5 por ciento) son de la capital, mientras que más de 8.100 proceden de alguna de las localidades de la provincia –en este sentido, la Diputación mantendrá este curso el servicio de autocares para que los aficionados del Real Valladolid residentes en los municipios puedan llegar hasta el Estadio José Zorrilla los días de partido, empezando por el choque ante el Espanyol del próximo lunes, 19 de agosto–. Llama la atención también que el club cuenta con más de 1.850 abonados de fuera de Valladolid (Castilla y León y resto de España), destacando la cifra de casi 300 que proceden de Madrid.
«Hemos llegado al récord histórico de 24.000 abonados, algo increíble, recuerdo años en Primera de 11 o 12.000, esto es fantástico para la entidad. La gente lo llama negocio, pero en una Sociedad Anónima Deportiva esa D lo cambia todo, es pasión, compromiso, esas emociones que uno tiene. Hay marcas con más nombre, pero no he visto a nadie llorar por esas marcas, y sí por el Real Valladolid», señalaba esta semana el nuevo portavoz del club, Jorge Santiago.