«No teníamos ni idea». «Desde el Ayuntamiento no nos han dicho nada». «Es la primera noticia que tenemos». La respuesta es similar en la mayor parte de los nueve establecimientos hosteleros a los que el Consistorio ha concedido la posibilidad de reubicar sus terrazas. Mesas en la calle que este enero tuvieron que retirar porque estaban colocadas en plazas de estacionamiento.  

El Ayuntamiento presentó el pasado lunes un estudio sobre las terrazas que estuvieron ubicadas en zonas de aparcamiento hasta principios de año. Se analizaron 56 emplazamientos, de los que 41 casos no son susceptibles de reubicarse «por falta de ancho en la acera y estrechez de calle»; dos no cumplen la ordenanza actual por tener que cruzar un vial; otros cuatro no cumplen tampoco con la ordenanza por tener que cruzar un vial y estar a más de 15 metros de distancia; mientras que nueve establecimientos podrían tener de nuevo terraza. 

Son la Churrería Madreka, el bar Ávila, el bar Cokran, el Tigo y Migo, La Habanita, el bar Miño, el Tatay, el Titanic y el Brook de la calle Padilla. Este último está cerrado y en traspaso. Del resto, este periódico se puso en contacto con siete y la respuesta fue la que se puede leer al principio: «No sabíamos». En el caso de Madreka tienen que llegar a un acuerdo con la comunidad de vecinos, algo que llevan intentando hace años; en el Ávila creen que la distancia es importante pero lo estudiarán; el Cokran ya ha decidido que no la solicitará; todo lo contrario que el Tatay: «Casi seguro que sí». Mientras que el Tigo y Migo, La Habanita y el Miño tienen que analizar los datos y ver si les merece la pena en función del canon. 

«Todas pueden pedirse ya para irse tramitando. Las que necesitan de obra en la acera no se concederán hasta que se termine dicha obra», señala el concejal de Tráfico y Movilidad, Alberto Gutiérrez Alberca.

Hay otros seis locales de esos 56 analizados, La Tapilla, Mañoso, Paula, El Tostadero, El Vapor de Bardulia y Don Bacalao, que podrían contar con terraza vía modificación de ordenanza. Pero, para eso, aún falta. Mínimo un año.