Santiago González

CARTA DEL DIRECTOR

Santiago González

Director de El Día de Valladolid


La cuesta de enero llega con gripe, motos y rebajas

12/01/2025

Tras superar con éxito la llegada de los Reyes Magos de Oriente dejamos atrás las fiestas navideñas para adentrarnos en la tan temida cuesta de enero. Los gastos elevados de comidas, bebidas y festejos se unen a la subida del IVA en la cesta de la compra, incluyendo productos básicos como el pan y los huevos, y la factura de la luz, además de otras subidas de impuestos que llegan con el nuevo año. Desde luego, la subida de las pensiones y los sueldos será mucho menor, pero esperemos al menos que la economía no se ralentice demasiado y los datos de empleo sigan mejorando en estos próximos meses. Para aligerar toda esta dura travesía tenemos ya las rebajas oficiales en todas las grandes cadenas y en el comercio de proximidad, aunque ya casi desde el 'black friday' se vienen encandenando 'descuentos especiales' que suponen en la práctica un periodo de rebajas. Y en estos momentos hay que reclamar a los vallisoletanos una mirada hacia el pequeño comercio, hacia esos establecimientos que dan vida a las calles y plazas del centro de la capital o de los barrios. Es evidente que al consumidor lo que más le interesa es el precio, pero también hay que tener en cuenta quienes sostienen la actividad económica y quiénes dan vida a muchas zonas que sin ellos estarían vacías. El servicio, la calidad, la cercanía y el trato debe distinguir al comercio de toda la vida y en ello también deben aplicarse los propios comerciantes para ofrecer su mejor cara a los clientes.
Y con el final de la Navidad también llega a Valladolid el momento de las motos. Este fin de semana estamos completamente rodeados por los vehículos de dos ruedas, que llenan con su presencia las calles de la ciudad e incluso los establecimientos hosteleros en más de un 80 por ciento. Pingüinos hace tiempo que es la mayor concentración invernal de motos y Pucela luce sus mejores galas para recibir a miles de moteros desde todos los rincones de España y del mundo, una iniciativa con más de 40 años que supone un fuerte incentivo turístico y económico para la capital. Por si esto fuera poco, a partir del próximo jueves se celebra Motauros, otra exitosa concentración motorista que tiene como centro a Tordesillas, pero que salpica con sus actividades a otros municipios de la provincia. Dos buenos fines de semana largos que se ven animados por miles de personas llegadas de fuera, algo de lo que estamos bastante necesitados en Valladolid, donde estos meses de invierno no son buenos para el turismo.
La gripe es el tercero de los protagonistas de este mes de enero. Tras las reuniones familiares y de amigos que se producen durante las vacaciones navideñas llegan ahora las consecuencias de compartir espacios cerrados y, en muchas ocasiones, con niños y personas mayores. El virus de la gripe no conoce días de descanso y su propagación se ha extendido hasta alcanzar niveles epidémicos, aunque de momento los niveles de incidencia son bajos y no hay una alarma sanitaria ni colapso en los centros de salud ni en las urgencias. No obstante, las autoridades sanitarias sí previenen de un incremento de los casos y todos conocemos en nuestro entorno cómo ha aumentado el número de 'griposos' en las últimas semanas. Cierto es que la mayoría de los casos no requieren baja laboral ni reposo en cama, y que tan solo puede ser peligroso en personas mayores de 65 años o con patologías crónicas que puedan verse agravadas por los distintos virus de la gripe. Me alegra no tener que mencionar ya la incidencia de la covid-19, pues es meramente residual la que existe ahora mismo en la provincia.
Y con todo ello debemos convivir durante este mes mientras el invierno va avanzando y los días ya se alargan cada vez más. La cuesta de enero siempre es complicada, pero superable. En muchos casos, lo difícil es que esa pendiente continúe durante los próximos meses y se convierta en una montaña que no podamos escalar. Como la suerte de la Lotería de Navidad solo ha llegado a unos pocos, habrá que seguir confiando en el trabajo diario y en que los políticos no lo pongan cada vez más difícil para seguir siendo felices y continuar nuestro proyecto de vida en Valladolid.