Los datos están sobre la mesa, y no sólo son alarmantes, sino que siguen en aumento desde principios de siglo. Las cifras de enfermedades de transmisión sexual (ETS) entre los jóvenes no han parado de crecer, algo que los expertos achacan a la falta de educación sexual desde las primeras edades, y a la falta de información y que se está perdiendo la percepción del riesgo de contagio y sus consecuencias. También, los avances en el campo del tratamiento del VIH puede implicar una relajación, unido a cambios en las dinámicas sociales de los más jóvenes.
En Castilla y León, en 2022 se notificaron 251 casos por infección gonocócica, cifra muy superior a los 80 de 2017, una tendencia similar a la del conjunto del país. En la misma sintonía, las infecciones por sífilis se duplicaron, al pasar de 129 a 213 notificaciones, y los casos de Chlamydia trachomatis experimentaron un repunte mayor, de 30 casos a 231, según el último informe de vigilancia epidemiológica de las enfermedades de transmisión sexual en España, publicado por el Ministerio de Sanidad.
Ante esta problemática, los expertos recalcan la importancia de desestigmatizar las enfermedades de transmisión sexual; fomentar las pruebas diagnósticas y, sobre todo, educar desde edades tempranas de los riesgos y de la necesidad de prevenir para evitar, también, embarazos indeseados que preocupan, cada vez más, en los centros educativos.
Lo explican Juan Romero, sexólogo que dirige Xat Sexología, en Valladolid, y Elena Rincón, trabajadora social del Comité Ciudadano AntiSIDA en Valladolid, quien incide en la importancia de hacerse las pruebas oportunas ante cualquier sospecha, y quien valora la mejora de los sistemas de detección y que cada vez haya más personas que, ante cualquier duda, recurran a ellos.
Rincón trabaja en esta entidad desde el año 1990, cuando se fundó el Comité para intentar dar respuesta a la problemática de aquellas personas que sufrían la enfermedad, en un momento en el que no existían recursos para atender sus necesidades. El centro aborda la prevención, con charlas, talleres, campañas de sensibilización, atendiendo consultas telefónicas y presenciales. También, ofrece pruebas rápidas de detención, y atiende a personas con VIH y a su entorno donde ofrece atención psico-social, y cuenta con un área de voluntariado que es fundamental porque "el comité recibe muy pocas subvenciones".
Romero considera que es necesario educar y concienciar a los jóvenes sobre los riesgos, al igual que existen campañas de seguridad vial y otras que alertan sobre los peligros de internet, el juego online. "No se trata de meter miedo, sino que el objetivo es informar sobre las maneras que hay de tener relaciones sexuales seguras", incide este profesional que aborda el campo preventivo y educativo, y que siempre insiste a sus pacientes en "acudir al médico y cuidar la salud" ante cualquier riesgo, pese a la vergüenza que siente muchos jóvenes.
Rincón expresa que desde el comité se realiza la llamada "educación de pares". Se trata de un proceso en el que una persona diagnosticada por VIH ofrece ayuda a otra a la que se le acaba de informar de que ha adquirido la enfermedad ,y le cuenta sus vivencias y aprendizajes.
Para la trabajadora social los jóvenes tienen que saber que no pasa nada por hacerse una prueba. "Lo más importante es detectarlas de manera temprana, va a ayudar a nivel individual y a nivel colectivo". Apela a la responsabilidad social y política debido a que el riesgo cero no existe. "La mayoría de la población va a experimentar alguna enfermedad de transmisión sexual a lo largo de su vida", afirma, por lo que hay que educar, prevenir, informar y actuar, cuando se haya tenido una conducta de riesgo.
Desde el Comité se realizan estas pruebas. El resultado obtenido es fiable a las cinco semanas, pero recomiendan repetírselas a los tres meses debido a que se basan en anticuerpos y hay un período ventana. Estas pruebas son gratis, se realizan en la propia sede y también en otros espacios como las universidades.
El papel de los padres
En el caso del consultorio de sexología, se imparten charlas a diferentes niveles educativos. Cuenta con el programa `Sexo con sentido´, desde 5º de Primaria a 4º de la ESO y para niveles de FP básica y Bachillerato. "Es crucial dotar de conocimientos y herramientas" a los jóvenes para que "vivan su sexualidad de forma libre sin caer en todos los estereotipos que ven en canciones videoclips, series, y películas, y, por otro lado, un poco lo aprendido por imitación".
La problemática aparece cuando no hay educación sexual. "Nosotros hacemos tres sesiones por año a lo grupos, pero con esto no es suficiente", insiste Romero, quien explica que los niños tienen muchas dudas como, por ejemplo, de los riesgos del sexting, enviar videos o fotos propios con connotaciones sexuales. "Esta dinámica la comencé a hacer en 4º de la ESO y ahora la hago en primero porque todos los niños tienen móvil a esas edades y es necesario que sepan lo que están haciendo".
Insiste en que es vital, también, la educación sexual en las aulas desde edades tempranas. "La sexualidad en una esfera del ser humano, todos los seres humanos somos seres sexuados y es importante tener todos los conocimientos gracias a la educación para que las relaciones sean lo más sanas y equitativas posibles y hay que educar en ello, no podemos dejarlo todo al ensayo- error", advierte.
"Sigue siendo difícil hablar de esto, la gente cuando habla de sexo miente", y los padres tienen un papel vital en la normalización del sexo. "Es muy difícil luchar contra una industria muy grande que genera grandes cantidades de dinero como es el porno", por eso los padres tienen un papel muy importante sobre el control de los contenidos que ven sus hijos y su responsabilidad "es crucial". "Preguntar al niño, por ejemplo, si visualiza porno. Es necesario abrir puertas y generar confianza en la relación con los niños", incide Romero, para advertirles. "En muchas ocasiones, los niños se encuentran en Internet estas prácticas sexuales como publicidad cuando, por ejemplo, quieren ver un partido del Real Madrid". "La exposición está ahí y la solución es dotarles de conocimientos y herramientas y quitar el misticismo".