La mayoría de pueblos tiene menos empleados que pensionistas

David Aso
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Sólo 23 de los 225 municipios de la provincia alcanzan la proporción de dos empleados por cada pensión o cada pensionista que indican los expertos para asegurar la sostenibilidad del sistema

La provincia de Valladolid en su conjunto cuenta con una proporción de dos trabajadores por pensionista gracias a una veintena de municipios, ya que el resto no la alcanza.

Arroyo de la Encomienda aparenta una salud de hierro para aportar más de un grano de arena con el que sostener el sistema de pensiones. Tiene cuatro empleados cotizantes a la Seguridad Social por cada paga de jubilación, incapacidad, viudedad, orfandad o en favor de familiares que se abona allí, así que, sobre el papel, va sobrado si se tiene en cuenta que la mayoría de expertos advierte que la proporción mínima necesaria que debe preservarse, para evitar una respuesta inquietante a la desgraciadamente clásica pregunta de quién costeará las jubilaciones y demás prestaciones sociales de mañana, está en dos cotizantes por cada pensión o por cada pensionista. Dos ratios que no son lo mismo porque hay más pensiones que pensionistas debido a beneficiarios que perciben varias, de modo que el primer 2-1 es más difícil de alcanzar, aunque suelen manejarse ambas referencias. 

La de Arroyo (4,03) es la tercera proporción más alta de cotizantes por pensión de todos los municipios de la provincia con más de 1.000 habitantes, según refleja el análisis realizado por El Día de Valladolid a partir de datos oficiales de la Seguridad Social actualizados hasta el pasado octubre (la ratio por pensionista, con la información pública del sistema, sólo se puede llegar a detallar a escala provincial). Le supera Boecillo, que casi la duplica (7,79), pero gracias al parque tecnológico, donde trabajan más de 3.000 personas que residen en esa localidad o en otras muchas; y como la estadística registra a los afiliados en función del municipio en el que trabajan, mientras los pensionistas se computan donde viven… De ahí también que destaquen los casos de municipios de más de 1.000 habitantes aunque haya otros de menor tamaño con ratios más llamativos, tal y como pasa con Berrueces, por ejemplo, que tiene menos de 100 vecinos pero contabiliza 117 trabajadores y presenta la mejor ratio de cotizantes por pensión de Valladolid (9).

Con Aldeamayor, segundo municipio de más de 1.000 habitantes con mejor proporción (4,3 cotizantes por pensión), sucede parecido a lo de Boecillo o Berrueces, aunque no con tanta intensidad, mientras Arroyo y otros pueblos del alfoz como Zaratán o Villanubla (cuarto y quinto con 3,7 y 3,27) sí lucen buenos datos a pesar de que 'exportan' más empleados de los que 'importan', sobre todo a la capital vallisoletana, gracias a la juventud de sus poblaciones.

Sólo 23 municipios superan los dos empleados por pensionistaSólo 23 municipios superan los dos empleados por pensionista

Sin embargo, lo cierto es que sólo 23 de los 225 pueblos de la provincia (contando ahora todos, sin importar su tamaño) tienen al menos dos cotizantes por pensión. Y son, por este orden: Berrueces (9), Boecillo (7,79), Aldeamayor (4,30), Quintanilla del Molar (4,11), Arroyo (4,03), Zaratán (3,7) Matilla (3,67), Valbuena (3,54), Pesquera (3,45), Pedrosa (3,42), Villanubla (3,27), Villavaquerín (3,15), San Vicente (2,98), Curiel (2,61), Rioseco (2,41), Olmedo (2,39), Tamariz (2,38), Fompedraza (2,28), Santovenia (2,27), San Martín (2,26), La Cistérniga (2,24), Íscar (2,12) y Valladolid capital (2,01).

Entretanto, más de la mitad de los municipios de la provincia, 135, no llegan a un cotizante por pensionista; y 47 no tienen ni medio. Destaca en negativo Castrobol con una ratio de 0,09, equivalente a un cotizante cada once pensiones, ya que tiene 45 habitantes, 26 pensiones y sólo dos vecinos que trabajen allí; o Villanueva de Duero (0,58), Alaejos (0,72) y Campaspero (0,74) entre los que tienen más de 1.000 habitantes.

Por debajo de la media nacional

Sólo 23 municipios superan los dos empleados por pensionistaSólo 23 municipios superan los dos empleados por pensionista

Entre unos y otros municipios alcanzan una ratio de 1,91 trabajadores por pensión para el conjunto de la provincia, así como de 2,05 por pensionista, mientras la media nacional está en 2,08 y 2,30, respectivamente.

Centrados ahora en el segundo dato (cotizantes por pensionista), que mantiene un comportamiento similar al primero pero con cifras ligeramente superiores, en los últimos años ha mantenido una leve tendencia al alza por el incremento de trabajadores afiliados a la Seguridad Social, que ha tenido que ir rompiendo su techo mes a mes, gracias a la inmigración fundamentalmente, para compensar otro incremento tan irremediable como el paso del tiempo: el de la edad media de la población, su envejecimiento y, por tanto, la cantidad de jubilados y demás pensionistas que hay.

No en vano, España llegó a descolgarse de la ratio de dos cotizantes durante 25 meses consecutivos, de enero de 2013 a febrero de 2015. Tocó fondo en el primer mes de 2014 con 1,93 y desde entonces ha ido al alza, con leves altibajos, hasta marcar un nuevo techo el pasado junio (2,32) y situarse en 2,3 en noviembre. Valladolid, mientras, ya bajó de dos en noviembre de 2012, tocó fondo en enero de 2014 con 1,86 y en total pasó más de cinco años (67 meses) sin llegar a dos, hasta mayo de 2018.Pero además lo hizo de forma puntual y desde entonces se mueve en el alambre, aunque lleva desde febrero de 2024 por encima de dos y en noviembre llegó a 2,05.

Claro que no es esta provincia la única del país que sufre para no descolgarse, ni mucho menos. En noviembre había 22 por debajo de dos, con los casos más negativos en Ourense (1,11), Lugo (1,3), León (1,35), Zamora (1,39), Asturias (1,42), Ávila (1,54) o Palencia (1,63); y los más positivos en Madrid (3,26) y en una provincia especialmente receptora de inmigración, Almería (3,21).

Por algo vienen deslizando los expertos la necesidad de un nuevo sistema público de pensiones que coexista con planes privados, ante la perspectiva de que el actual no se sostenga y toque detraer dinero de otras partidas del Estado por no alcanzar a financiarse con las cotizaciones de los trabajadores. Y de ahí también la importancia de que el Estado siga gestionando el sistema como una 'caja única' en el que los territorios con más cotizantes compensen o palíen el déficit de los más envejecidos, en vistas además de los contrastes entre municipios, provincias y regiones en un país donde muchos jubilados vuelven a su tierra natal para recoger como pensionistas lo que han sembrado fuera como trabajadores y cotizantes.