El Ayuntamiento de Valladolid lanza la campaña 'Pequeños dispositivos, grandes salvavidas' sobre la obligatoriedad de instalar en los domicilios particulares un detector de humos en el sitio "más conveniente" con el objetivo prevenir incendios en vivienda y salvar vias.
Así lo ha anunciado el concejal de Urbanismo y Vivienda, José Ignacio Zarandona, acompañado por el edil de Salud Pública y Seguridad Ciudadana, Alberto Cuadrado y el el jefe del cuerpo de Bomberos de Valladolid, Javier Reinoso.
En este sentido, Zarandona ha explicado que en el año 2020 se estaba redactando el nuevo artículo 433.2 de la normativa urbanística del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) vigente en Valladolid, que fue aprobado definitivamente un año después, donde uno de sus artículos reclamaba "un poco la sensibilidad" desde urbanismo y técnicos para que incluyera esta nueva medida.
Esta medida, ha continuado el edil, ya se implementó en el Plan General desde que entró en vigor para todas las construcciones de obra nueva, y daba un margen de cuatro años para que se implementara en todos los domicilios construidos con anterioridad a la fecha de entrada en vigor de ya mencionado plan.
De igual manera, el responsable de Urbanismo y Vivienda ha manifestado, recoge Europa Press, que el 31 de marzo concluye ese margen de ejecución, por lo que a partir de ese día comienza la obligatoriedad de instalar este tipo de dispositivos en el distribuidor o en el entrada de acceso a cada una de las viviendas.
Además, Zarandona ha apuntado "que todas las semanas hay incidentes relacionados con incendios en domicilios" y, por este motivo, el Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS) y Protección Civil (PC) desarrolla diversas acciones de formación y divulgación en materia de prevención y autoprotección en caso de incendio dirigidas a la ciudadanía para que ésta llegue a conocer su riesgo y la forma adecuada de actuar.
"Tenemos que convencernos todos de que esta medida es algo y muy útil", ha sentenciado Zarandona, a la par que ha añadido que esta medida es "pionera" a nivel nacional , algo que ha calificado de "positivo" para que Valladolid sea "ejemplo" en otros lugares.
Por otro lado, Alberto Cuadrado ha destacado que lo "fundamental" de esta implementación es la seguridad, por lo que "si con este pequeño dispositivo se puede salvar una vida, ya es suficiente".
"Esto es un tema de seguridad por nosotros y por nuestros hijos", ha asegurado, y ha garantizado que es "muy simple de instalar".
Por su parte, Javier Reinoso ha apuntado que, en datos de la ciudad de Valladolid, a lo largo de un año hay una media de unos 150 incendios en edificios la ciudad, de los que 100 aproximadamente se desarrollan en viviendas de varios pisos, y unas diez en viviendas unifamiliares.
Por ello, ha señalado que es "muy importante" la detección temprana que aporta el detector de incendios, dado que, "sobre todo en los incendios en edificios se produce un problema muy importante que es el colapso de la escalera en las evacuaciones, porque se llena de humo".
Asimismo, el jefe de los bomberos ha explicado que de media en la capital del Pisuerga hay diez intoxicados al año y mínimo un fallecido cada año.
"Lo importante de esta norma es que se aplica a todas las viviendas, no sólo a las nuevas de nueva construcción, por lo que se puede conseguir un alcance global para llegar a toda la población de la ciudad y garantizar la seguridad", ha manifestado.
Además, ha afirmado que estos detectores son de tipo óptico y ha explicado que van a detectar los humos del incendio en una fase incipiente, lo que hará que se pueda evacuar la vivienda alertar a los servicios de emergencia "de forma más rápida".
Asimismo, Reinoso ha aseverado que en cuanto a la instalación, es "muy fácil" ya que es una cinta de doble cara que se sitúa en la parte superior del techo; además la pila que dura entre uno y tres años y tiene un precio que oscila entre los seis y los doce euros.