El Real Valladolid despidió la temporada de la permanencia con una fiesta sobre el césped de Zorrilla, en la que poco importaba que acabase de perder 0-2 contra el Valencia. Tocaba agradecer a la afición su fidelidad en el año del regreso a la élite, con la clásica vuelta de honor, y la hinchada no dudó en hacer lo propio con sus cánticos de apoyo a un equipo que lo ha dado todo en cada partido y que ha sido capaz de sellar la permanencia con una jornada de antelación.
Bajo el lema 'Pucela es de Primera', y con los humoristas Fran El Chavo y Sergio Encinas como maestros de ceremonias, los jugadores fueron desfilando por un escenario colocado en el centro del campo. Hablaron Sergio González y Javi Moyano, antes de que llegase el homenaje que el club y el vestuario habían planeado para Borja Fernández, que jugó sus últimos minutos como futbolista profesional ante el Valencia. Ronaldo le entregó una camiseta conmemorativa de sus 220 partidos oficiales con el Pucela y luego se proyectó un emotivo vídeo que resumió la trayectoria del gallego con el Real Valladolid.
El orensano, como no, se emocionó e invitó a su familia al escenario en el que estaban todos sus compañeros, quienes no dudaron en llamarle “abuelo” una vez más. “Poco hay que decir. Todo esto es muy bonito después de todos estos años”, apuntó Borja para ceder después el micrófono al presidente. Ronaldo realizó un aviso para navegantes escueto, pero ilusionante: “El año que viene vamos a hacer mucho más y mejor. Gracias afición”.
El colofón fue otro vídeo, al ritmo del 'Nothing Else Matters' de Metallica, para resumir una gran temporada, que se cerró con la foto de familia de toda la plantilla.