La inflación bajó en Valladolid un 0,6% en julio con respecto al mes anterior gracias sobre todo a la campaña de rebajas del comercio y el descenso de precios de la electricidad, según los datos publicados este martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Es el mayor descenso mensual en casi dos años (desde que en septiembre de 2022 fuera de nueve décimas), aunque, evidentemente, eso no quita que el consumidor siga cargando con una escalada general acumulada de más del 15% en tres años, o de casi el 30% en el caso concreto de la alimentación.

La tasa interanual provincial (subida acumulada en los doce últimos meses) se redujo así en seis décimas para situarse en el 2,5%, igual que la media de Castilla y León y por debajo de la del conjunto de España (2,8%); y en lo que va de año (acumulado de enero a julio) el alza es del 1,9%, frente a una media regional del 1,7% y una nacional cuatro décimas por encima, del 2,1%. De hecho, la provincia vallisoletana se sitúa entre las menos inflacionistas del último año, con sólo once que registraron subidas inferiores, empezando por Ceuta (1,4%) y siguiendo, entre otras, por Palencia (2%), Zamora (+2,2%) o Soria (+2,4%).

En el recuento por capítulos, por las variaciones del último mes destacan las bajadas de precios en vestido y calzado (-9,2% en Valladolid) y en vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (-2,1%), así como la subida en ocio y cultura (+2%). Los alimentos, mientras, se abarataban cuatro décimas en comparación con junio coincidiendo con la entrada en vigor de nuevas rebajas fiscales el 1 de julio.

En cuanto a la evolución del último año, con respecto a julio de 2023, los mayores incrementos son los de restaurantes y hoteles (+5,6% a nivel provincial), bebidas alcohólicas y tabaco (+4,2%), alimentos y bebidas no alcohólicas (+2,8%) y, pese al descenso del último mes, también vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (+2,6%). En el otro extremo, los dos únicos capítulos de productos o servicios que bajan: enseñanza (-0,1%) y, sobre todo, vestido y calzado (-2,4%).

Cierto también que los alimentos marcan en Valladolid su tasa interanual más baja desde noviembre de 2021 con el ya citado 2,8%, así como desde octubre de 2021 en el caso de Castilla y León y de España, coincidiendo con la entrada en vigor, con fecha del pasado 1 de julio, de la bajada al 0% del IVA del aceite de oliva, a la vez que se hacía efectiva la prórroga del tipo 0 para los alimentos básicos que ya tenían antes el llamado IVA superreducido (del 5% en leche, pan, harinas, frutas, verduras, hortalizas, legumbres, cereales, quesos o huevos) y la del 5% para la pasta y el resto de aceites comestibles, en lugar del 10%. Aunque el hecho de que ya no suban estos productos como antes, claro está, no impide que el consumidor siga soportando subidas en el entorno del 30% en la cesta de la compra con respecto a lo que pagaba antes de que estallara la crisis inflacionaria hace tres años, o que el aceite de oliva haya duplicado su precio en ese tiempo.