Un problema a balón parado

Manuel Belver
-

El Real Valladolid ha recibido 11 goles (una cuarta parte del total) de saques de falta o de esquina, cinco de ellos en los últimos partidos (dos ante el Elche, dos en el Calderón y el del viernes del Levante)

VALLADOLID - LEVANTE - Foto: Efe

Un saque de banda, dos córner y dos faltas laterales. El Real Valladolid ha recibido cinco de sus últimos seis goles a balón parado, en jugadas de estrategia, que han dejado al descubierto las dudas de un conjunto en puestos de descenso. Juan Ignacio Martínez y su equipo tienen un problema en un apartado en el que hasta el día del Elche tenían más o menos controlado.

Porque el conjunto blanquivioleta ha recibido 11 de sus 43 goles en jugadas a balón parado (13 si se unen los dos penaltis en contra). Una cuarta parte de los tantos en contra llegan de una falta, un saque de esquina o incluso uno de banda (como en el primer tanto del día del Elche).

«Ellos llegan en una ocasión, en una falta, en una jugada de estrategia, que pienso que no estamos controlando bien en los últimos partidos. Esto es lo que hay que evitar ante este tipo de rivales», señaló ayer sobre lo ocurrido el viernes Carlos Peña, uno de los veteranos, un defensa que sabe bien que es fundamental ese tipo de acciones que tantos puntos pueden dar.

Athletic, en la primera jornada; Atlético de Madrid, en la quinta; Sevilla, en la novena; Granada, en la 19ª, Elche, Atlético y Levante, en las tres últimas, han aprovechado esas jugadas para marcar y puntuar ante el Real Valladolid. El caso más grave se dio en Granada, donde tres de los cuatro tantos de los andaluces llegaron de la misma forma: el primero, después de un córner, rechazo y posterior centro; el segundo y el tercero, con saques de esquina y remates directos.

El conjunto blanquivioleta suele enseñar a puerta cerrada la estrategia. Lo hace en el césped del estadio José Zorrilla. Y, además, cuenta con un servicio de análisis del rival, donde se estudia las jugadas más peligrosas y la forma de juego de los conjuntos a los que se va a medir el Real Valladolid. De hecho, el propio Juan Ignacio reconoció tras el encuentro del Calderón que el primer tanto recibido estaba ensayado -aunque se entendió que era una jugada de ataque de los blanquivioleta, la realidad es que el trabajo había sido para prevenir la jugada en contra-.

Hasta estas tres últimas jornadas, el balón parado no era un problema. Ahora se ha unido a una larga lista que, según la mayoría, comienza con la confianza.