Juancho Hernangómez será una de las principales amenazas para el Real Madrid en su visita de mañana al Panathinaikos, un duelo que, al igual que todos los que le quedan al conjunto blanco hasta el final de la fase regular de la Euroliga, será clave en su lucha por colarse en la postemporada.
Fichado el pasado curso por el cuadro griego, con el que se proclamó campeón de la máxima competición continental ganando precisamente al cuadro merengue, Juancho se encuentra en su mejor momento desde que viste de verde tras un período de adaptación que no ha sido sencillo para él.
El aterrizaje en un país y en una Liga en la que nunca había jugado, después de pasar casi toda su carrera intentando asentarse en la NBA, supuso regresar a Europa por la senda más sinuosa cuando lo fácil hubiera sido elegir un club nacional.
No solo eso, sino que además tuvo que lidiar con las grandes expectativas depositadas en su figura por una entidad que no espera a nadie y donde la exigencia es ley, ideales con los que parece comulgar su técnico, Ergin Ataman. Y también con una lesión en el dedo meñique que le mantuvo alejado de las canchas durante algo más de un mes desde comienzos de noviembre.
Una mala mano para iniciar la partida que le impidió ofrecer su mejor versión y, a la postre, no ser tan importante como se esperaba el verano de su desembarco. Eso sembró algunas dudas que su entrenador no se esforzó en aplacar, dándole solo más de 23 minutos en Euroliga en un partido desde la segunda jornada e incluso 'tirándole de las orejas' tras la visita al Madrid en la que los suyos ganaron por 86-97.
«Tiene buen carácter y trabaja duro, pero a veces comete algunos errores cruciales. No hay que olvidar que es joven, pero creo que tiene muchas cosas en las que progresar», señaló Ataman.
Cambio de tendencia
Así las cosas, acabó la campaña en la élite continental con la satisfacción de salir campeón, pero como el octavo de la plantilla en minutos y unos registros de 4,3 puntos, 3,5 rebotes, 0,5 asistencias, 0,3 tapones y 5,8 dígitos de valoración por cita.
Esas cifras parecen ciencia ficción comparadas con las que está firmando en la 24/25, ya que, en las 27 citas disputadas hasta la fecha, ha estado en pista 26:25 minutos por noche, el tercero que más de su equipo tras Kendrick Nunn y Mathias Lessort, lesionado de larga duración.
Y lo ha hecho promediando 10 puntos, 6,4 rebotes, 1,4 asistencias, 0,1 tapones y 14,4 de valoración. No solo eso, sino que además es el máximo reboteador ofensivo del torneo junto a Mario Hezonja y Joel Bolomboy, el sexto que más capturas tiene en total y el undécimo con mejor porcentaje de triples.
Su evolución le ha hecho acreedor de una ampliación de contrato hasta 2027, reflejo del entendimiento que ya hay entre ambas partes. «Estoy jugando mucho. El entrenador está teniendo confianza en mí, estamos ganando y estoy muy contento», sentenció el español.