El Arzobispado de Valladolid ha recibido en los últimos tres años cinco denuncias relacionadas con abusos sexuales a menores, dentro de la actividad de la oficina creada en mayo de 2020 a tal efecto. En este sentido informó la propia entidad este miércoles en rueda de prensa.

Una de estas denuncia es anónima, por lo que no se ha podido presentar en el juzgado; otra está dentro de un proceso canónico, en manos de la Santa Sede. En otros dos casos, la víctima ya ha fallecido, y en el quinto, se ha dado traslado a una "diócesis vecina", donde ocurrieron los hechos, aunque la víctima ahora vive en Valladolid. El arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, señaló que alguno de estos hechos ocurrieron hace muchos años. Por ejemplo, el de un sacerdote, ya fallecido, cuya víctima ha denunciado en estos tres años.

En otro caso, una madre retiró la denuncia que había presentado por el presunto acoso que recibía su hijo en catequesis después de que se demostrar que el menor había engañado a sus progenitores.

Sede del Arzobispado de Valladolid.

En todos los casos, el Arzobispado está colaborando con los requerimientos que han llegado desde la Fiscalía, el Defensor del Pueblo y el despacho de abogados Cremades, aunque ninguno de ellos se ha puesto en conocimiento de las autoridades civiles porque han prescrito.

El propio arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, reconoció que el uso de las nuevas tecnologías ha tenido mucho que ver en algunos casos, y lamentó el impacto que está teniendo el mal uso de estas herramientas. Además, opina que, hoy en día, "todo lo relativo a la sexualidad y la afectividad se encuentra en un momento de convulsión". "Hay una necesidad de formación afectivo-sexual", añadió, y, en este sentido, recordó el programa del Arzobispado 'Aprendamos a amar', que buscar cubrir esa necesidad.

La oficina de recepción de casos de abusos sexuales se creó hace tres años con cuatro objetivos: recibir denuncias de este tipo, ayudar y acompañar a las víctimas en la tramitación procesal en vía civil y canónica, enviar las actas al arzobispo y proponer iniciativas para atajar y prevenir este problema. No es su cometido, por ejemplo, juzgar los casos ni proponer condenas a los mismos.

Tres años después de su creación, la oficina pretende ampliar ahora sus funciones con el proyecto 'Somos luz en misión', presentado este miércoles. "Nuestra llamada a ser 'luz en tinieblas' nos emplaza a prevenir el mal en la Iglesia, especialmente en forma de abuso sexual; pero también a proteger la infancia de toda agresión, violencia o negligencia ejercida desde cualquier instancia", reza el programa. Se trata, en definitiva, de extender una "cultura de los buenos tratos" entre los fieles para que pongan en marcha las competencias personales y recursos comunitarios en sus ámbitos de actuación.

El Servicio de Atención a Víctimas de Abusos (SAVA) cuenta con psicólogos, educadores sociales, licenciados en Teología, licenciados en Derecho e incluso con el presidente de la Audiencia Provincial de Valladolid, Feliciano Trebolle.