El edificio situado en el número 33 A de la avenida de Burgos será historia en breve, ya que este lunes comenzaron los trabajos de derrumbe debido al riesgo que suponía para transeúntes y personas en riesgo de exclusión social que, cada vez de forma más habitual, se estaban colando en su interior.
De momento, no hay previsto ningún proyecto en el solar.
De hecho, Aralia Servicios Sociosanitarios, empresa propietaria del edificio, ya renunció en enero a construir una de residencia de mayores con 31 plazas de garaje en planta sótano. A finales de mayo, la Junta de Gobierno concedió la licencia de obras para la demolición de la edificación "sin sustitución". En el expediente se detallaba que se sitúa en el número 33 A de la avenida de Burgos, y que se trata un edificio de oficinas que se encuentra vacío en la actualidad. También se apunta que cuenta con tres plantas sobre rasante y otra bajo rasante, con una superficie total construida de 1.440,70 metros cuadrados.
La valoración de los técnicos fue que su estado de conservación era deficiente y, de hecho, se justificaba este estado de abandono y deterioro del edificio para aprobar su demolición.