Jueves 20 de junio a las 22.51. Hace tan solo unas horas hemos dado la bienvenida al verano. La temporada estival ha llegado envuelta en inestabilidad meteorológica y con la provincia mirando al cielo como consecuencia de las posibles tormentas, que por el momento han dejado más nubes que agua. La temporada primaveral se aleja ya y deja registros de más calor de lo habitual y más lluvia en la provincia, aunque menos en la capital.
Los agricultores preparan estos días una buena cosecha en gran parte motivada por las benévolas temperaturas y la abundante agua registrada desde el mes de marzo. La provincia ha visto caer durante la primavera un tres por ciento más de agua que la media. En concreto, han caído casi 130 litros por metro cuadrado, cuando lo habitual para esta época del año son 126.
El delegado de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) de Castilla y León, Manuel Mora García, indicó que ha sido una primavera «más o menos normal» en cuanto a la pluviometría registrada en la provincia. «Ha sido un año más lluvioso, pero solo un poco más». Este aumento del agua caída ha venido acompañado de una subida también de la temperatura media, aunque con unas variaciones prácticamente imperceptibles. En concreto, la temperatura media de esta primavera se ha situado en 11,4 grados, dos décimas por encima del valor de referencia.
Sin embargo, en la capital no ha sucedido lo mismo, ya que las precipitaciones han sido inferiores, al contrario que la temperatura. Los datos que maneja la Aemet ponen de manifiesto que la temperatura en la ciudad fue de 12,2 grados, tres décimas por encima de las medias normales. La tendencia ha sido alcista en cuanto a la temperatura, con heladas prácticamente inexistentes y jornadas agradables, incluso calurosas. Es más, el día 22 de marzo se registró una efeméride al alcanzar la temperatura más elevada para esta época del año. Fueron 26,6 grados de máxima. «En estos días de marzo se produjo un episodio de calor extraordinario y se registró esta efeméride», comenta Mora.
La temperatura más elevada de la primavera llegó el 29 de mayo con 30,7 grados. Las tormentas de junio y los días nubes y viento moderado han ocasionado que en junio no haya temperaturas especialmente elevadas.
En cuanto a la lluvia, en la capital, al contrario de lo que ha ocurrido en la provincia, ha tenido menos lluvia de lo normal. Han caído desde el 1 de marzo 126 litros, uno menos que la media histórica. El día que más llovió fue el pasado 8 de marzo, cuando la capital registró 18,2 litros en un solo día.
Verano. Este verano tiene todas las apuestas para declararse más cálido de lo normal en toda España, donde las lluvias serán más escasas de lo habitual, como avanzó la Agencia Estatal de Meteorología. «Hay una probabilidad muy alta de que sea cálido y con pocas precipitaciones», ratifica Mora.
El delegado regional explica que la tendencia de la última década refleja un calentamiento global y un aumento progresivo de la temperatura. «La previsión es que haya cambios en el padrón de precipitación con menos lluvias en términos generales». Afirma que en los diez últimos veranos la tendencia, con excepción del año 2021 (con una décima por debajo de lo normal) ha sido ascendente. «2022 fue el más cálido, con 2,3 grados más».