Estudiantes de música celestial

D.V.
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Medina de Rioseco organiza el primer curso para aprender a tocar los órganos de las iglesias. Los alumnos conocen las distintas formas y sonidos según las festividades y los diversos momentos de la eucaristía

El profesor Hugo Martínez enseña algunas de las notas en el órgano de la iglesia de Santa María en Rioseco. - Foto: J. Tajes

El efecto de la despoblación está ocasionado la pérdida de varias costumbres en el medio rural. Prácticas y tradiciones que, poco a poco, con el paso de los años, quedan atrás sin una línea continuista que facilite el trasvase de generación en generación.

Buena muestra de ello se registrada en cada eucaristía a la hora de que suene la tradicional música sacra mediante el uso de los emblemáticos órganos eclesiásticos. El paso del tiempo ha ido mermando su utilización en buena medida debido a la falta de vecinos en el medio rural que sean capaces de tocar estos instrumentos tan majestuosos. 

Si bien es cierto que un elevado número de estos órganos se encuentran en un estado claramente mejorable y no es posible tocarlos durante las misas, no lo es menos que algunos se encuentran en perfecto estado y no se tocan por falta de expertos. 

No es una tarea sencilla y no son muchas las personas que lo saben hacer. Por eso, el alcalde de Medina de Rioseco, David Esteban, se puso manos  a la obra para idear un curso en su municipio donde todas las personas que estuvieran interesadas pudieran adquirir los conocimientos suficientes para poder continuar con este acto litúrgico. 

Hace unas semanas se puso en contacto con Hugo Martínez, joven natural de Moral de la Reina y gran apasionado de la música de órgano. Dicho y hecho.  Todos los lunes, de cuatro y media de la tarde a seis,  cuatro alumnos reciben las nociones básicas para tocar estos magnanimos instrumentos.

La finalidad del curso es formar a gente de la comarca en este tipo de órganos. «Queremos darle una formación para que luego los alumnos puedan tocar y sepan usar las obras correctas para según qué días y festividades». 

El curso se dividirá en dos partes. La primera ha arrancado en la iglesia de Santa María, que cuenta con un órgano barroco, pero se trasladará a el templo de San Pedro con un instrumento romántico con pedales. «Quiero dotar de herramientas a los alumnos para que sepan los distintos estilos para que luego sepan introducirlos en la liturgia y también dar a conocer el patrimonio que tenemos». 

El curso se prolongará durante un semestre. Hasta Navidad, los alumnos conocerán el repertorio litúrgico navideño y, posteriormente, se centrarán en las eucaristías tradicionales de Semana Santa y habrá una última parte en San Pedro centrada más en un repertorio para el resto de oficios de todo el año. 

Los alumnos lo afrontan con mucha ilusión ante un conocimiento básico de órgano, canto y canto gregoriano. Sergio Serrano reside en Valladolid. Empezó a tocar el órgano en el Carmen Extramuros de Valladolid y ahora pretende ampliar los conocimientos. «No conozco más cursos de este tipo y me parece bastante interesante».  

David Gonzalo reside junto con su esposa en Tamariz de Campos. Es de origen alemán, pero se crió en Uruguay. «Al asistir siempre a la liturgia y recorrer el rico patrimonio de la zona he querido apuntarme al curso». Es un enamorado de la organería alemana y del compositor Johann Sebastian Bach y había estuadiado piano de joven. «Esto me ha llevado a inscribirme al curso y espero de que después de este venga otro más», comenta.