Una familia contra el fuego

R.G.R.
-

69 operarios de la Diputación repartidos en siete comarcas realizan una lucha preventiva contra el fuego a base de desbrozar la maleza y talar las zonas de pinar más propensas a sufrir incendios en verano. «Vamos todos a una»

Una de las cuadrillas de agentes forestales que trabaja en la provincia. Actúa en una zona dentro del término municipal de Castrillo-Tejeriego. - Foto: J. Tajes

Siete de la mañana. Mediados de abril. Una cuadrilla de trabajadores forestales se pone en marcha entre caminos, explanas y diferentes espacios de una localidad de la provincia. Está compuesta por cinco personas y durante toda la jornada no parará de desbrozar maleza para evitar fuegos durante el verano. Al día siguiente, repiten idéntica operación en otro municipio, y así durante toda la temporada estival. El objetivo está claro; luchar contra la proliferación de incendios en temporada estival como consecuencia de la falta de prevención. Limpian cunetas, zonas concurridas, parques... Y también realizan podas y cortas de árboles para evitar fuegos en las zonas de pinar. 

Seis meses de trabajo en los términos municipales de la provincia que alivian en gran medida la posibilidad de incendios a partir de estos días. El trabajo está coordinado desde la Diputación y los ayuntamientos. Son estos últimos los que solicitan ayuda e indican las zonas del municipio en peor estado donde se debe actuar. 

Laura de la Iglesia es la responsable de este programa en la institución provincial. Explica que las primeras cuadrillas se ponen en marcha desde mediados de abril y desde ese momento se van incorporando otras nuevas a lo largo del verano con el objetivo de que los términos municipales estén lo más limpios posible para que, en  el caso de incendio, no se propague con facilidad. 

Desde el año 2016, la Diputación pone a disposición de los ayuntamientos estas cuadrillas forestales compuestas por un capataz y cuatro auxiliares forestales, cuyo cometido es la realización de trabajos de cuidado del medio ambiente y/o adecuación de infraestructuras de uso público. Estas cuadrillas tienen sus bases de operaciones en las localidades de Íscar, Medina de Rioseco, Medina, Tordesillas, Peñafiel, y Valladolid, así como en la Finca Coto Bajo de Matallana, en Villalba de los Alcores.

Se encargan de realizar desbroces, adecuar espacios urbanos, periurbanos y masas forestales, realizar tratamientos silvícolas tales como podas y aclareos de masas arboladas, podas y trabajos de jardinería y la retirada y tratamiento de residuos forestales y herbáceos. Representan en ocasiones la única oportunidad que tienen los ayuntamientos para mantener sus cascos urbanos limpios, ya que el personal municipal no abarca todo el territorio. 

Las cuadrillas forestales están formadas por un total de 69 trabajadores. 30 son auxiliares forestales fijos discontinuos, personal propio de la Diputación, que se dividen en 6 cuadrillas. Y otros 39 son trabajadores procedentes del Plan Montel, dividido en siete cuadrillas o dos auxiliares forestales de apoyo o dos coordinadores de los trabajos 

El periodo de trabajo de todos los trabajadores es de seis meses, a jornada completa. La hora de inicio de la jornada de las cuadrillas se adapta a las condiciones climáticas. Actualmente, la hora de inicio es las 7 de la mañana. Se intenta aprovechar el máximo posible de horas de trabajo cuando la temperatura es menos extrema.

Miguel Ángel Gutiérrez hace las funciones de capataz en la cuadrilla que se encarga de la zona de Valladolid. Lleva trabajando desde 2016. «Hacemos de todo. Te encuentras a diario con ermitas, iglesias, calles, cunetas... Hacemos un poco de todo y es un trabajo muy bonito porque cada día es una cosa diferente», reconoce este veterano capataz que está a punto de jubilarse. Es natural de La Parrilla y conoce bien la provincia. Se muestra sorprendido por la gran cantidad de hierba y maleza que hay este año. «Lo más complicado son las zonas de bodegas. Vas subiendo y bajando y es diferente», comenta entre risas de sus compañeros. 

La Diputación dota del material necesario a los operarios durante los seis meses que dura el programa. Son carros, desbrozadora, motosierras, sopladoras, cortasetos, podadoras... Además se utilizan tijeras, serruchos, azadas, abanicos, batefuegos y extintores. Las cuadrillas no paran. Recorren durante toda la jornada los distintos espacios y el cambio a su paso es más que notable. Hierba y maleza desaparecen y el paraje permanece limpio durante un tiempo. De la Iglesia lamenta que un periodo de seis meses es «un poco corto» para una provincia tan grande como Valladolid. «Yo creo que lo ideal serían nueve meses. Son 225 pueblos y en algunos solo podemos pasar un día. Lo ideal es que estuviéramos al menos dos», comenta.  

Existe una coordinación técnica entre la Junta de Castilla y León y la Diputación de Valladolid para aprovechar las ejecuciones de trabajos solicitadas por los municipios con otro tipo de actuaciones consideradas prioritarias por el Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León en Valladolid.

El pasado año 2023 se identificaron 2.334 áreas susceptibles de necesidad de actuación, catalogadas como de riesgo muy alto, alto, medio y bajo en incendio, habiéndose actuado con operaciones de desbroce en la mayor parte de las áreas de riesgo muy alto (1.170 de 1.733) y alto (152 de 193). 

Durante el 2023, se realizaron actuaciones en 173 ayuntamientos de los 224 municipios de la provincia, excluida la capital, es decir, se han trabajado en el 77 por ciento de los pueblos. 

Anastasio González es otro integrante de una de las cuadrillas. Empezó a trabajar en este operativo en el año 2016. «Vamos todos a una y nos ayudamos en lo que hacemos. Nos da igual una cosa que otra, nos gusta este trabajo y al final podemos con todo», reconoce.  

Presupuesto. Para que las 13 cuadrillas que trabajan en la provincia puedan desarrollar la actividad se cuenta con un presupuesto  para el año 2024 de 1.782.000 euros, de los que 992.000 se destinan a gastos de personal. 760.000 corresponden a gastos de maquinaria, vehículos y suministros de consumibles y 30.000 se invierten en combustibles. 

La Diputación destaca la importante función que realizan estas cuadrillas, ya que los ayuntamientos están atados de pies y manos en muchos casos en este sentido, ya que no disponen del personal suficiente para llevar a cabo estos trabajos durante el verano, que resultan imprescindibles en la lucha contra el fuego.