El rojo mar del poeta 'Kubati'

JAVIER M. FAYA (SPC)
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El asesino de la arrepentida 'Yoyes' y de otras 12 personas, nueva voz de los presos de ETA

El rojo mar del poeta ‘Kubati’

«Cada uno de nosotros somos una gota de agua dispuestos a ayudar a mover el mar. Ofrecemos lo que tenemos y ponemos nuestra experiencia y vivencias al servicio del proceso político democrático y la resolución del conflicto». ¡Quién podría llegar a pensar que tan poéticas palabras las había pronunciado un hombre que mató a una mujer que estaba jugando con su hijo en el parque! Antonio López Ruiz, Kubati, lidera ahora el núcleo duro de los presos de ETA, el EPPK, como se pudo apreciar en el «aquelarre» -según el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz- que formó el pasado sábado en Durango con otros 70 compañeros, la mayoría de los cuales, como él, había salido de la cárcel gracias a la derogación de la doctrina Parot un maldito 21 de octubre de 2013.

Es posible que los 47 jueces del Tribunal Europeo de Derechos Humanos no supieran que el angelito que invitaba a la reconciliación fue condenado a 1.210 años de cárcel por haber asesinado a 13 personas, intentando matar a otras 16. Igual le entró morriña cuando vio que, a unos metros, un periodista se puso a provocarle a él y a sus hermanos de sangre. Quizá, aun sin pistola, le tembló el gatillo.

Comando ‘Goierri costa’.

Detenido en 1987, estuvo a punto de ser excarcelado en 2007 por una redención de condena por estudios, pero la aplicación de la doctrina Parot frenó su salida de prisión, que quedó fijada para 2017. Estaba al mando del grupo Goierri Costa y participó en múltiples asesinatos, destacando uno por encima de todos:el de la antigua etarra Dolores González Cataraín Yoyes. Ocurrió en el mediodía de un 10 de septiembre de 1986. La arrepentida terrorista, que había decidido emprender una nueva vida, veía cómo su hijo de tres años, Akaitz, jugaba con un tractor en la Plaza Nueva de Ordizia (Guipúzcoa). «¿Eres Yoyes?», le preguntó un desconocido que ahora parece ser adalid de la libertad. Tras responder afirmativamente, Kubati le pegó dos tiros, uno en el muslo y otro en el tórax, no sin antes decirle:«Soy un militante de ETA -que ayer señaló que emitirán un comunicado en breve- y vengo a ejecutarte».    

Parecido modus operandi se dio en el asesinato del electricista Juan Sánchez Sierro dos años antes, concretamente el 8 de noviembre, a eso de las 07,30 horas, cuando sacaba a su perro, una costumbre conocida entre sus vecinos de Cestona (Guipúzcoa). Tras preguntarle el poeta si era Maixu txikia -Pequeño maestro, por ser hijo de un profesor, que había huído de los terroristas-, lo metió en un coche y luego le destrozó la cabeza de tres balazos, permaneciendo el can junto a su dueño ya muerto. «Éste es el hijo de Maistesu –su progenitor, que se salvó de un atentado en 1977 y huyó–, ¿no? Pues ahí se ha quedado tumbado por chivato y mentiroso», le dijo Kubati a un hombre que secuestraron junto a la víctima y al que dejaron ir.

Hay más cadáveres en el mar        -rojo- del que hablaba en su emotiva alocución el terrorista: los policías Wenceslao Mayo y Mohamed Ahmed Abderrahman, el exconcejal de UCD José Tomás Larrañaga, el guardia civil Francisco Muriel Muñoz, el general de Brigada Rafael Garrido Gil, su mujer y el menor de sus hijos, así como María José Teixera, una portuguesa que transitaba por donde no debía.

En los 26 años que ha permanecido entre rejas, José Antonio López Ruiz, lejos de arrepentirse o renegar de la actividad terrorista, se mostró como el más fiel creyente. Como ahora. De hecho, jamás se dirigió a los familiares de Yoyes, cuyo hijo intentó ser captado por los abertzales. Ahora vive en Florida.

En conversaciones que mantuvo con su madre y un hermano, y que fueron interceptadas, el criminal afirmaba durante la tregua de Argel  de 1989: «Yo no soy profeta, pero antes de que termine esto, tiene que caer, va a caer más de un cuartel, algún otro general, algún ministro si se puede, algún director de cárcel y algún funcionario». Kubati tenía una enfermiza obsesión por atentar contra casas cuartel de la Guardia Civil... Ahora por dialogar sobre el conflicto.