Y tú, de mayor, ¿qué quieres ser? ¡Científica! Esta ilusión que hasta hace unos años era casi impensable se ha convertido ya en el punto de mira de miles de niñas que en España ponen su objetivo en estudiar carreras tecnológicas.
Pero son aún minoritarias. Y por eso cada año se conmemora el 11 de febrero como el Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia para impulsar la participación femenina en unas áreas que parecían reservadas al talento masculino, pero en las que las mujeres están pisando alto y fuerte.
Es el caso, por ejemplo, de la astronauta Loral O'Hara, que forma parte de la tripulación de la EEI (Expedición 70) desde el 15 de septiembre de 2023, como ingeniera de vuelo en la que es su primera misión en el espacio. El equipo de la misión 70 está formado por cinco hombres y dos mujeres que proceden de Estados Unidos, Rusia, Dinamarca y Japón.
O'Hara protagonizó esta semana en la distancia una charla con alumnos de Bachillerato de institutos valencianos, precisamente para despertar vocaciones y dar muestra de que las mujeres pueden hacer todo lo que se propongan.
También la Fundación Vithas ha destacado el trabajo multidisciplinar de las mujeres en los estudios de investigación traslacional y clínica, cuyos resultados se han publicado en prestigiosas revistas científicas, a través de la experiencia de cinco mujeres.
«El número de mujeres con las que colaboramos, liderando proyectos de investigación es una realidad que crece anualmente, todo ello sin olvidar al resto del equipo femenino que da soporte a las mismas como co-investigadoras, enfermeras, coordinadoras, farmacéuticas, un largo etcétera que crece de forma exponencial», apuntó la directora de operaciones de Fundación Vithas, Mar Álvarez.
Cambiar vocaciones
Dentro de poco, la mayoría del empleo cualificado se hará en equipos multidisciplinares en los que la tecnología y la informática serán el vector principal y para eso, las mujeres poseen unas cualidades que las hacen perfectas en sus puestos, opina la catedrática en Ingeniería Informática de la Universidad de Sevilla María José Escalona, que reconoce que a estos puestos se llega «rompiendo muchos techos de cristal».
Escalona afirma que la palabra ingeniería todavía parece que causa repulsión a las niñas, y es eso precisamente por lo que hay que luchar: por cambiar vocaciones.