La temporada de fiestas en los pueblos de la provincia ya ha arrancado. Con la llegada del mes de junio, los municipios encadenan cada fin de semana los festejos patronales, llegando el momento culmen en el fin de semana más cercano al 15 de agosto. En esa fecha, más de medio centenar de localidades vallisoletanas honran a su patrón.
Este año será especial para los consistorios por dos motivos. La mayor parte han echado la casa por la ventana en cuanto a programación festiva y han copado las jornadas de actuaciones para todos los públicos. Eso por un lado. Por otro, tendrán que hacer frente a los elevados precios que han fijado las empresas por la fuerte demanda y el aumento de los costes.
Los platos fuertes volverán a ser los toros y las verbenas. Actividades que no pueden faltar en muchos pueblos por tradición y afición de sus vecinos. Suelen ser, de largo, los actos con mayor afluencia. Y este año, también serán de largo los más costosos. Entre un 30 y un 40 por ciento han subido la contratación de los espectáculos taurinos y musicales. La compra de los astados se ha incrementado en algunos pueblos hasta un 40 por ciento en comparación con el año pasado, mientras que orquestas y pinchadiscos llegan al 30%.
Además, los regidores lamentan que los festejos taurinos se encarecen todavía más ante la necesidad de contar con un seguro de responsabilidad civil. «Cada vez son más caros y las condiciones más exigentes, parece que quieren acabar con este tipo de festejos», destaca el alcalde de Boecillo, Raúl Gómez.
De la misma forma, los alcaldes aclaran que el coste del resto de actividades también se han incrementado en comparación con el pasado año. Esto ha provocado dos cambios. El primero ha sido un incremento, que asciende en ocasiones hasta un 20 por ciento, en las partidas presupuestarias para las fiestas. El segundo ha sido una merma en el número de días de los festejos, aunque este caso es claramente minoritario.
Tordesillas, precisamente, ha subido la partida destina a fiestas un 20 por ciento. Su alcalde, Miguel Ángel Oliveira, indica que debido a su carácter taurino el municipio se ve obligado a contratar todos los años astados de calidad y envergadura, y eso hace que tengan que destinar una importante cantidad de dinero a los festejos taurinos. «El Toro de la Vega es una fiesta de Interés Turístico Tradicional y tenemos que traer al pueblo un astado de garantías», indicó. Este año, pagarán hasta un 40 por ciento más que el año pasado por alguno de estos festejos.
Alberto Puertas es el propietario de Espectáculos Pisuerga. Su trabajo se incrementa durante los meses de verano cuando llegan las fiestas de los pueblos. No para. Este año no será una excepción. Discomovidas, orquestas, parques infantiles... Reconoce que los precios se han disparado en comparación con años anteriores. «Hay mucha demanda y el verano no se presenta nada mal». Reconoce que los precios han subido mucho este año debido, entre otros motivos, por el coste de gasoil que tienen en los desplazamientos, y también por la problemática que tienen a la hora de buscar músicos y artistas para las actuaciones. «Con los fijos discontinuos, una vez que una persona actúa, ya tienes que contratar siempre a los mismos y todo ha subido. Por eso, no queda más remedio que subir las tarifas nosotros también», apunta.
Una situación generalizada. La empresa Sound Land tiene programada una actuación esta misma semana en las fiestas de Zaratán del Corpus. Juan José es su propietario. «Los precios han subido muchísimo e incluso se ha incrementado por encima de los niveles prepandemia». Explica que ahora los ayuntamientos están realizando una gran cantidad de contrataciones para los meses de verano. «Más que antes incluso». Asegura que el valor de las orquestas se ha incrementado hasta un 30 por ciento debido a la elevada demanda y la escasez de la oferta. Los precios han subido para todo tipo de espectáculos, desde las famosas discomovidas hasta las orquestas con mayor número de integrantes.
Con los astados está sucediendo algo similar. Los toros han pasado de un año a otro a costar prácticamente el doble, al igual que los seguros y esto ha generado que debido al coste de los astados muchos pliegos se hayan quedado desiertos. En términos generales, el coste de los encierros se ha incrementado un 20 por ciento.
El alcalde de La Cistérniga, Alberto Redondo, destaca que las orquestas han subido de media unos 1.200 euros, ya que una orquesta podía contratarse el año pasado por unos 6.000 de media, mientras que el coste de este verano asciende a 7.200.
Así, los ayuntamientos no han tenido más remedio que aumentar el dinero destinado a sus fiestas patronales.