El efecto de la despoblación continúa haciendo mella en la provincia. Al menos así se pone de manifiesto con los datos publicados este miércoles por el Insituto Nacional de Estadística (INE) sobre el cambios de padrón en los municipios durante los dos últimos años.
Las cifras reflejan que 114 municipios de los 225 que componen la provincia perdieron población durante el último año. Desde 2021, algunos pueblos han registrado auténticas sangrías poblacionales, con descensos en el número de vecinos de hasta un 25,7 por ciento, como es el caso de Torrecilla de la Orden.
Llama la atención el hecho de que la provincia haya ganado 3.175 habitantes durante el último año al pasar de las 518.158 a las 521.521.333 personas y, sin embargo, más de un centenar de localidades haya visto reducido su padrón municipal. Si se observan los datos con detenimiento se puede comprobar como los pueblos de población más reducida son los grandes paganos de la despoblación, mientras que la capital y los pueblos que componen el área metropolitana continúan sumando más vecinos. El caso de Arroyo de la Encomienda es especial, ya que se encuentra muy por encima del resto de localidades al ganar 1.953 nuevos residentes en los dos últimos años.
La capital ha experimentado un fuerte crecimiento durante el último año, en el que ganó 1.917 habitantes al pasar de los 295.216 vecinos a los 297.129 y recupera de esta forma el nivel poblacional de hace dos años.
También es reseñable la situación de Medina del Campo, que durante los dos últimos ejercicios ha perdido 163 habitantes y se acerca cada vez a la barrera de los 20.000 vecinos (el último dato la sitúa en 20.151) y todo parece indicar que en un plazo de dos o tres años podría bajar de esta cifra y perder alguna de las competencias actuales.
Algunos municipios de las zonas norte y sur de la provincia, como Gatón de Campos, son los que más habitantes han perdido de forma porcentual. La población de Ceinos de Campos ha caído un 12 por ciento desde 2021 y Llano de Olmedo ha registrado una bajada incluso peor llegando al 20 por ciento menos. Si bien es cierto que el número de vecinos es tan bajo que una pequeña variación hace subir o bajar en gran medida el porcentaje de población.
Gatón de Campos ha visto cómo su padrón subía la friolera cifra del 30 por ciento en tan solo dos años (ha pasado de 26 a 34 habitantes). El municipio con un padrón más bajo continúa siendo Aguasal, que cuenta ya solo con 19 vecinos censados.