La Junta de Castilla y León redobla el órdago a Europa en su intención de flexibilizar los saneamientos animales y relajar los controles de tuberculosis bovina. Ya con las cartas sobre la mesa, el Gobierno regional no se mueve de su posición, insiste en suavizar los requisitos sanitarios, mantiene que la resolución del 10 de mayo es perfectamente legal y reconoce que «eran conscientes» de que esta orden podía contravenir la normativa europea. «Ha habido alguna media que pensábamos que era legal y que el Ministerio ha decidido que no lo es», resumió el consejero de Agricultura, Gerardo Dueñas, para, a renglón seguido, ser corregido por su secretario general: «En la parte técnica, no en la legal». Y es que el leitmotiv de la rueda de prensa ofrecida ayer fue dibujar una suerte de funambulismo entre la parte técnica y la legal de las normativas de saneamiento animal: «en estos asuntos, la línea entre lo técnico y lo legal es muy fina». Y, según Dueñas, no había marcha atrás: «La resolución sí o sí había que aprobarla».
Pocas horas después, Bruselas decidió dejar de ser un mero espectador para entrar de lleno y ratificar que las medidas adoptadas por Castilla y León son «contrarias» a la normativa de la Unión Europea: «no se ajustan a una serie de disposiciones sanitarias». Nada de interpretaciones o perspectivas. La institución comunitaria rechaza de plano la flexibilización de los controles de la tuberculosis aprobada por Castilla y León, y que ahora se encuentra suspendida cautelarmente por la Justicia.
«No podemos matar a todas las vacas para erradicar la tuberculosis». Gerardo Dueñas defendió durante cuarenta y cinco minutos la postura del Ejecutivo autonómico y reiteró en varias ocasiones que considera que la orden aprobada el 10 de mayo para «flexibilizar» los saneamientos animales es «legal». El consejero, escoltado por su secretario general, Joaquín Sagarra Fernández-Prida, y el viceconsejero de Política Agraria Comunitaria, Pedro Medina Rebollo, achacó a «dudas interpretativas» el desencuentro con el Ministerio de Agricultura y Europa, bajo la perspectiva de que «hay muchas interpretaciones dentro de la legalidad». «Pensamos que es legal y por tanto mantendremos el contencioso con el Ministerio para ver al final quién de los dos tiene la razón».
Bruselas vigila a Castilla y León
Por el momento, tal y como informa Europa Press, Bruselas está en contacto a diversos niveles con las autoridades españolas para garantizar que se toman las medidas adecuadas con el fin de proteger la salud pública y la sanidad animal en la Unión Europea. Desde Madrid, el ministro de Agricultura, Luis Planas, anunció ayer que finalmente será hoy cuando decaigan las restricciones de movilidad al ganado impuestas por el Gobierno a Castilla y León. «La situación generada es extremadamente grave», resumió Planas, que reclamó a la Junta «no más aventuras, no más juegos», al tiempo que acusó a Vox de «inocular» al PP prácticas contrarias a la sanidad animal.
Precisamente, ambos partidos votaron ayer en contra de manifestar el «respaldo incondicional» a los veterinarios de Castilla y León y también en contra de rechazar las «amenazas violentas» sufridas en la protesta ganadera en Salamanca, durante un debate en la Comisión de Agricultura de las Cortes.
Trabajo con el Ministerio
Dueñas también reconoció que la resolución ganadera del 10 de mayo no pasó por los servicios jurídicos por «no ser necesario al no tratarse de una orden, sino de una resolución». Explicó además que se había trabajado con el Ministerio para introducir una serie de modificaciones en el texto previo en el que trabajaba la Junta, ya que la última orden dictada sobre este asunto databa de 2004. «Abres tantos frentes que hay cosas que te dicen: 'sin ningún problema' y otras que dicen: 'yo no iría por ahí», justificó el consejero, que explicó que la «crítica» situación que vive el sector ganadero les empujó a aprobar la resolución «siendo conscientes» de que podría chocar con las normativas nacional y europea.
«Son temas muy técnicos», esgrimió Dueñas sobre los puntos de la resolución autonómica que colisionan con el resto, para, a renglón seguido, apuntar dos de ellos: el número de PCR en mataderos y las analíticas a terneros antes de llevarlos a cebaderos en función de la prevalencia. «Quizá se ha llevado muy al extremo la defensa de la salud pública. Y no podemos matar un sector que genera tanta riqueza en Castilla y León por erradicar la enfermedad».
Nueva orden ganadera
El consejero aprovechó la rueda de prensa para anunciar que preparan una nueva orden sobre sanidad animal que «se adapte al reglamento europeo y a los programas nacionales». «Tardará varios meses, aunque no muchos», significó Dueñas, que esperó que «pueda ir paralela a determinados cambios en el modelo del programa nacional» de prevención, control y erradicación de enfermedades del ganado que espera que lleguen con ese «cambio de gobierno» anhelado por el consejero. Y es que Dueñas confió en que de las próximas elecciones generales del 23 de julio surja «un cambio de gobierno que pueda favorecer otro modelo» de sanidad animal y flexibilizar los controles de la tuberculosis. Explicó que, ahora, el programa nacional es «de máximos» sobre la norma europea, pero que se puede relajar. «Esperamos un guiño del nuevo Gobierno».