Durante la campaña navideña, que en clave económica arrancaba ya a finales de noviembre por el Black Friday y se extenderá hasta la semana posterior a Reyes, la del inicio de las rebajas, no sólo destacan los empleados de la hostelería o el comercio entre los que más trabajan, además de los sanitarios o las Fuerzas de Seguridad. También están los de paquetería, el eslabón logístico de la última milla, más activos que nunca en estas fechas de unos años a esta parte. En concreto desde que la pandemia les reafirmó en su condición de servicio esencial y se disparó el comercio electrónico, que creció en seis meses lo que se preveía en seis años; un incremento que se ha quedado prácticamente en su totalidad y al que, además, se añaden nuevas estimaciones de crecimiento que la patronal logística UNO cifra en un 7,1% en lo que se refiere a la campaña actual con respecto a la de 2023.
A escala local, la Asociación Empresarial de Agencias de Transporte y Líneas Regulares de Valladolid (Asatralva) calcula que la actividad de paquetería, de media, se duplica en esta época en comparación con el resto del año, con días pico en los que el volumen de entregas «llega a multiplicarse por tres y hasta por cuatro», destaca su vicepresidente, Enrique Rodríguez, en declaraciones a El Día de Valladolid. «Si una furgoneta hace unas 100 entregas por jornada fuera de campaña, en estas fechas pueden ser 300 y 400», sobre todo en los días posteriores al Black Friday, la última semana de diciembre y la primera de enero. De ahí que las empresas aborden una notable reorganización de rutas, horarios y refuerzos de personal.
De hecho, Randstad calcula que la campaña navideña generará 4.385 contrataciones en Valladolid, un 15,4% más que la del año pasado (3.800), y casi 2.000 corresponden a logística y transporte, con un crecimiento interanual en torno al 25%.
Por Valladolid circulan unas 2.500 furgonetas de reparto cada día y esa cifra se eleva «un poco» en estas fechas, pero lo que crece realmente es la actividad de cada una de ellas «porque son las que hay», matiza el vicepresidente de Asatralva y también de la comisión de movilidad de CEOE Valladolid. «Las empresas incorporan gente, pero a veces es complicado al poder ofrecer sólo contratos para trabajar unas horas al día, e incluso es el propio repartidor autónomo el que trae muchas veces a otra persona que le ayude».
El tiempo de reparto también se amplía: «Si en condiciones normales suele ser de 8.00 a 13.00 y de 17.00 a 20.00, ahora se acotan horarios en jornadas de mañana y tarde, por ejemplo, de 7.00 a 15.00 y de 15.00 a 22.00». Es decir, que «en lugar de ocho horas de reparto se hacen bastantes más», pero Rodríguez avanza que están tanteando otras fórmulas: «Al final bordeas la legalidad y hay que buscar alternativas», reconoce.
Nuevas medidas en estudio para agilizar las entregas
Entre otras medidas, el subsector de la última milla negocia con el Ayuntamiento, a través de la comisión de movilidad de CEOE, la posibilidad de extender el horario de las plazas reservadas para carga y descarga, de forma que los repartidores también puedan aparcar allí de 14.00 a 16.00. «Coincide que ese es justo el horario en que mejor se reparte porque es cuando más gente hay en casa, y también estamos aprovechando incluso a partir de las 20.00 horas». Rodríguez considera además que, de ese modo, pensando también en el plan municipal de movilidad en ciernes y la implantación de la Zona de Bajas Emisiones, «si un vehículo de reparto tiene asegurado un punto concreto donde poder aparcar, pasará menos tiempo en la 'almendra»'.
Por otro lado, Asatralva también baraja la opción de poner puntos de recogida en las propias comunidades de vecinos. Se ofrecería a costear la instalación de «una especie de buzón», o cabinas con claves de acceso temporales que se notificarían a quienes esperen un paquete para que pudieran abrirlas y recogerlo. «Agilizaría mucho las entregas porque llega un momento en el que estamos desbordados», y además de ganar tiempo se ajustarían costes y eficiencia también por reducir la ratio de entregas fallidas, «que puede llegar a rondar el 20%». «En principio estamos comprobando que no haya ningún problema jurídico por esta medida y avanzaríamos por fases, empezando por las comunidades más grandes, que es donde más necesidad hay de buscar soluciones», ya que las hay que reciben «15 y 16 paquetes por día». De hecho, ya se han mantenido conversaciones con una de Huerta del Rey (la última palabra, claro está, la tendrán los propios vecinos).
Amazon ya cuenta con una amplia red de puntos de recogida en todo tipo de negocios a pie de calle; o también una firma referente de transporte como Seur, que sólo en Valladolid contabiliza 103 'pickup', fundamentales siempre, pero más en «periodos de máxima actividad como el actual», valora el director comercial de esta compañía en la provincia, Pablo Cebada. No en vano, destaca que en apenas mes y medio de campaña, el intervalo que va del Black Friday a la primera semana de rebajas, se concentra casi el 30% de los paquetes que mueve Seur,«líder de su sector», al cabo de todo un año. «Hablamos de un incremento del 70% durante esta época y hay días en que te vas a más del doble», añade. El lunes posterior al último Black Friday, sin ir más lejos, esta empresa contabilizó en Valladolid 10.228 paquetes, exactamente, «cuando en una jornada normal son unos 5.000» entre los que entran y los que salen.
Coincide además que Valladolid «compra más de lo que vende», así que la actividad de última milla para las entregas también es más intensa. Pero los refuerzos de plantilla se extienden a todos los eslabones de la cadena. «Si normalmente trabajamos 66 personas, para estas fechas hemos incorporado 14 más» entre repartidores, personal de atención al cliente, mozos de almacén… La capacidad del propio almacén se optimiza para ampliarlo en un 25%.
Claro que ni siquiera a Seur le ha resultado sencillo encontrar personal dispuesto para cubrir las vacantes de refuerzo. «Es un sector muy difícil en el que realmente se están experimentando dificultades para contratar», constata su director comercial en Valladolid. «La propia naturaleza del sector y la rigidez del mercado laboral lo hace más difícil para encontrar gente que venga a trabajar unas horas (contratos de jornada parcial)», de ahí también que la propia competencia entre empresas esté llevando a mejorar las retribuciones en el sector. Cebada declina entrar en detalles en ese sentido, pero sí confirma que los costes de personal han aumentado este año de manera importante. Estaba cantado, en cualquier caso, desde el momento en que el Gobierno aprobó una nueva subida del Salario Mínimo Interprofesional, «pero no sólo aumentan costes por la retribución al asalariado, sino también por lo que se paga a los repartidores autónomos por cada expedición».
Por otra parte, Correos también ha incorporado refuerzos, y aunque el ente postal declina entrar en números, CSIF apunta que «sólo ha contratado a 40 personas» y «la mayoría con cinco horas diarias». De jornada completa serían seis repartidores, «cuatro motorizados y dos a pie», cuando el refuerzo total, según este sindicato, debería haber sido de unos 120 trabajadores más para resolver un «déficit personal» que advierte que se lleva «arrastrando desde el verano» y que, en su opinión, «ha ocasionado un incremento del absentismo laboral de más del 8%, debido a las insoportables condiciones de trabajo».
En total, según CCOO, Correos cuenta con unos 600 empleados en Valladolid, mientras el ente postal sólo detalla las «más de 170 personas» que trabajan «los 365 días del año» en su Centro de Tratamiento Automatizado, ubicado en el polígono de San Cristóbal. Unas instalaciones con capacidad para clasificar hasta 10.000 paquetes por hora.
«Correos realiza todos los refuerzos necesarios en el conjunto de actividades operativas, desde las rutas de transporte, al personal logístico y de distribución», sostienen fuentes oficiales de la compañía, a preguntas de El Día. «Las máquinas de clasificación de paquetería también se encuentran trabajando de forma más intensiva», añaden; y «en cuanto a dotaciones, para la gestión interna del centro se han incorporado nuevas PDA para la admisión de paquetería voluminosa», lo cual «supone que las cargas pueden ser dadas de alta en cualquier punto del centro y no solo en los muelles de entrada, lo que agiliza estas labores de admisión y clasificación». Avances tecnológicos que contribuyen a sobrellevar una campaña que todo el sector, desde el repartidor autónomo más modesto hasta la empresa de transporte y logística más grande, vive con más intensidad que ninguna otra del año.