La Asociación de Empresa Familiar de Castilla y León (EFCL) ha concedido su IX Premio Academia 2023 a la Red de Cátedras de Empresa Familiar del Instituto de Empresa Familiar (IEF). Este galardón se entregó este jueves durante la gala del XXI Premio EFCL 'Antonio Pérez' y reconoce «su decisivo papel al impulso del conocimiento de la realidad de este tipo de compañías».
Fue precisamente Antonio Pérez, cofundador de las empresas Helios y Dulciora, uno de los promotores de la creación de la Cátedra de Empresa Familiar de la Universidad de Valladolid (UVa) en 2001, cuando ejercía como presidente de EFCL (posteriormente lo fue también del Consejo Social de nuestra Universidad). Aunque la vinculación Universidad-Empresa pueda percibirse como un reto aún por conseguir o por consolidar, las empresas (familiares en este caso) y las universidades llevan caminando juntas más de 20 años. Las Cátedras de Empresa Familiar tienen como fin promover la docencia, investigación y transferencia de conocimiento en este ámbito de manera bidireccional. Con este mutuo compromiso son muchos los empresarios familiares que se acercan a nuestras aulas para compartir su experiencia, como Carlos Moro, fundador de Bodegas Familiares Matarromera -Familia premiada este año por EFCL-, que lo ha hecho en un buen número de ocasiones y, en sentido inverso, también nos ha recibido en su empresa para colaborar en nuestras investigaciones. Más aún, cada curso son muchas las empresas familiares que ofertan prácticas curriculares y que organizan visitas a sus instalaciones, convirtiéndonos en socios estratégicos para la formación de los estudiantes, futuro personal o emprendedores de negocios familiares.
En mi opinión, uno de los motivos por los que empresas familiares y universidades, o instituciones educativas en general, formamos un buen tándem es porque compartimos una serie de valores inherentes como el esfuerzo, la visión a largo plazo, la búsqueda de la excelencia o la vocación de servicio, entre otros. Ambas instituciones buscamos la «generación de valor con valores», ilustrativo título de una jornada celebrada hace unos meses en el Campus de Segovia de la UVa, con la participación del actual presidente de EFCL, Pedro Palomo. Y sin olvidarnos del compromiso entendido en sentido amplio, con nuestra gente y con nuestros territorios. Las empresas familiares suponen, aproximadamente, el 90 por ciento del tejido empresarial de la región y muchas ofrecen, más que un puesto de trabajo, «un proyecto de vida»: así compartía su visión Pedro Ruiz (CEO de Alma Carraovejas) hace un mes con los asistentes al XXVI Congreso Nacional de la Empresa Familiar, organizado por el IEF, celebrado bajo el lema 'La Fuerza de las Personas'. Esta idea se puso de manifiesto nuevamente la semana pasada en un Econoloquio celebrado en la Facultad de Económicas sobre cómo favorecer, atraer y fidelizar -mejor que retener- el talento, cuestiones críticas para empresas y para universidades. Con un enfoque intergeneracional, miembros de la comunidad universitaria y de la empresa Emilio Esteban -XX Premio Antonio Pérez-, dialogaron sobre las necesidades de ambas partes y sobre el desarrollo de la vida profesional y personal, poniendo un énfasis especial en el cuidado y el valor de las personas.
Como profesores deseamos formar estudiantes con las competencias y habilidades necesarias y que en un futuro puedan elegir su mejor opción. Para poder escoger tienen que conocer las oportunidades que existen, muchas en empresas familiares de nuestro entorno más cercano, y para ello es fundamental la comunicación. EFCL reconoce también esta labor con el IX Premio Comunica otorgado al periodista José Luis Martín, adjunto al director en Castilla y León Televisión (CyLTV), galardón que el año anterior recayó en Santiago González, director de este periódico.
Quiero felicitar a todos los premiados y, en particular, dar las gracias a la Asociación de EFCL por reconocer el trabajo desarrollado por cerca de 200 profesores universitarios de toda España, así como por contribuir de manera directa a que miles de estudiantes (más de 2.000 solo de la Universidad de Valladolid) se hayan beneficiado del mutuo compromiso Empresa Familiar-Universidad.