Valladolid se ha caracterizado en los últimos años por tener un saldo vegetativo (diferencia entre nacimientos y defunciones) negativo. Así es desde 2011, cuando se rompió una racha de cinco años consecutivos con más alumbramientos que muertes. Y no parece que nada vaya a cambiar este año. Todo lo contrario. Según los datos que publicó ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE), en el primer semestre de este año se registraron en la provincia 2.165 nacimientos y 2.490 defunciones. Es decir, un saldo vegetativo de -325 personas, la peor cifra en estos seis meses desde los -382 que se registraron en el año 1999.
El progresivo descenso de las mujeres en edad fértil, la crisis económica, el fin de las ayudas y la caída de población son algunas de las causas que explican este fenómeno. Los 2.165 nacimientos de 2014 y los 2.163 del año pasado son las cifras más bajas desde 2003. Además, los de este año suponen una media de doce al día, frente a las 14 muertes. Es una circunstancia que contrasta con lo que ha sucedido a nivel global en España, donde se han incrementado los nacimientos por primera vez desde 2010.
El saldo vegetativo tan negativo también se explica porque ha coincidido la cifra tan baja de partos con una muy elevada de defunciones (la segunda más alta de los últimos nueve años).
Otro de los datos que ofrece la estadística del INE es que de los 2.165 nacimientos en este medio año, algo más de la mitad, 1.140, se produjeron en la capital. En el caso de las defunciones, fueron 1.507 de las 2.490.
Lo que también deja claro el informe es que la realidad de Valladolid se enmarca dentro de una Comunidad, la de Castilla y León, que tiene un serio problema de despoblación y que en el primer semestre protagonizó el segundo saldo vegetativo más negativo del país, solo por detrás de Galicia. Los 8.951 nacimientos contrastan con las 14.532 muertes para un saldo vegetativo de -5.582. Y eso que en España se produjeron 2.037 alumbramientos más que fallecimientos.
Otras cifras
Edades. Las estadísticas del INE confirman el progresivo retraso de la edad de maternidad que se ha producido en los últimos años. De los 4.316 alumbramientos que se produjeron en la provincia el año pasado, en la mayoría de los casos la madre tenía 35 años. El tramo de edad de las madres en el que se registra más partos va de los 33 a los 36 años. En el caso de los padres, el tramo de edad es de 35 a 39 años.
Fuera del matrimonio. Otro de los datos que llama la atención de las cifras del INE es el número de hijos que se tienen fuera del matrimonio. De los 4.316 partos del año pasado, 2.806 fueron por parte de madres que estaban casadas. Es decir, que el resto, 1.510, se produjeron fuera del matrimonio. Es un 35 por ciento.
Niños y niñas. Por otro lado, el año pasado nacieron más niños que niñas en Valladolid. En el primer caso, 2.275; y en el segundo, 2.041.
En casa. Por otro lado, hubo ocho madres que el año pasado tuvieron a su hijo en casa asistidas por personal sanitario.
Prematuros. De los 4.316 nacimientos del año pasado, un 6,6 por ciento fueron prematuros. Es decir, 288. De ellos, 62 partos fueron distócicos (algún tipo de complicación).
Peso al nacer. Las estadísticas del peso de los bebés dejan claro que lo más habitual es que esté entre tres y tres kilos y medio. Si bien es cierto que tampoco es raro que el niño llegue a casi los cuatro kilos o pese poco más de 2,5. Los casos más extremos son los cuatro niños que nacieron con menos de un kilo de peso y los 165 que pasaron de cuatro kilos.