Las cuatro fábricas de Michelin en España se verán obligadas a desactivar turnos de trabajo durante dos días desde mañana hasta mediados de enero próximo por la falta de caucho natural derivada de los problemas en las rutas comerciales que atraviesan el mar Rojo.
Fuentes de la dirección de la planta de Vitoria, la más grande que tiene la multinacional en España con cerca de 3.500 trabajadores, han confirmado a EFE estas paradas de las actividades afectadas por el caucho natural, materia prima fundamental para la fabricación de las ruedas.
Aunque no han precisado qué días concretos se desactivarán los turnos en las dos fábricas que hay en el País Vasco -Vitoria y Lasarte-Oria (Gipuzkoa)-, señalan que los paros se llevarán a cabo desde este viernes hasta el 14 de enero.
Según explican a EFE fuentes sindicales y de la factoría de Valladolid, la empresa ha notificado la necesidad de aplicar las medidas de flexibilidad y se producirán paros en cinco turnos del departamento de neumáticos para turismo y otros cuatro turnos en el de gomas (MAT/SF/Z).
Los cerca de 70 empleados que desarrollan su labor en la sección de turismo pararán desde el turno de tarde del día 5 de enero hasta el turno de mañana del día 8 de enero.
En cuanto a los cuatro turnos de la sección de gomas (MAT/SF/Z), las mismas fuentes detallan que los paros serán a tarde del día 5 y el día 14 de enero completo (tres turnos), con unos 40 empleados afectados.
Respecto a la factoría de Aranda de Duero, previsiblemente también habrá paradas que podrían desvelarse en una reunión para abordar la situación que se celebrará mañana, explican las fuentes consultadas.
Las fuentes sindicales consideran estas medidas normales dada la situación, que ya se ha vivido con anterioridad en otras crisis de la misma ruta comercial.
El problema radica en la falta de seguridad para el transporte marítimo en el mar Rojo por los ataques de los rebeldes hutíes a los buques que lo atraviesan, lo que ha obligado a los proveedores a utilizar otras rutas para llegar a Europa, como el cabo de Buena Esperanza en Sudáfrica, un itinerario mucho más largo que motiva los retrasos en la recepción de caucho.